No hay más tiempo. Se acaba el momento de contar que hacer, y criticar a quienes están. Se termina todo. Lo que algunos predijeron en sus vidas políticas quedarán atadas a la decisión del ciudadano.
El próximo domingo todo el pais partirá hacia las urnas, para elegir el o la presidente de todos los argentinos. Las cinco propuestas ya son archiconocidas. Esta última semana no cambiará nada. Ya hay pocos indecisos, y pocos que convencer de que pretenden unos y otros.
Argentina concurrirá a las urnas en su año 40, desde aquel 1983, de manera ininterrumpida. La democracia se ha solidificado en estas cuatro decadas y a las claras estan las condiciones electorales que propone esta democracia que ya no es tan joven.
Las ideas que se han ido escuchando a lo largo de este año 2023 han sido bien identificadas. Nadie puede desconocer al Diputado Libertario Javier Milei, que desde la cámara baja, con solo dos bancas de su partido, y sin ningun gobierno provincial de su color político, sea el gran favorito de estas elecciones. De consagrarse Milei ganador, Argentina sería gobernada por primera vez en toda su historia por un candidato libertario. Milei ha venido creciendo a pasos agigantados, y a partir de sus fogosas declaraciones, y su personalidad, ha ido acicalando su mensaje en un electorado que no quiere más excusas y busca en lo nuevo la solución a todos sus problemas.
Por su parte la política tradicional propone las otras cuatro propuestas electorales. Por un lado, el oficialismo que con Sergio Massa intentará revertir lo que hasta parece inevitable, en un contexto económico muy adverso. Massa ya fue candidato a Presidente por su linea del Frente Renovador. Llegó al poder con esta fusión con el kirchnerismo en el 2019 que puso a Alberto Fernandez en la presidencia de la Nación. Fue presidente de la Camara de Diputados hasta que la crisis económica dejó sin ministros de economia al gobierno, y lo llevó a Massa a convertirse en superministro y candidato a presidente otra vez.
Quienes parecian acomodarse el saco de presidente eran los militantes de Juntos po el Cambio. Cuando comenzó el año el partido que fusiona a la UCR; PRO; y otros partidos provinciales, tenian la gran ventaja de ser el frente opositor por excelencia. Pero esa ventaja se fue desluciendo tras la irrupción de Milei, agregada a una interna feroz que en la PASO se definió a favor de Patricia Bullrich, una militante política con más de 4 decadas en el sistema. La grieta fue tan grande que Bullrich deberá remontar y convencer a esos electores que se dispersaron y votan a Milei. Pareciera que esta semana será la candidata con más exposición que el resto. La avalarán varios gobernadores electos recientemente del mismo palo de Juntos por el Cambio. La gran duda es si le alcanzará.
Las otras dos propuestas salen del justicialista moderado Juan Schiaretti, quien con su mensaje ha pretendido remontar su gobierno cordobés y aplicarlo en la nación. Es la primera vez que se postula a la presidencia, pero corre demasiado de atrás con Massa y el resto. Su mensaje de ir por el camino del medio parece no haber penetrado como otros mensajes de campaña. Tal vez el haber arrancado más tarde que el resto demostrando sus aspiraciones presidenciales le haya jugado en contra.
La Izquierda vuelve a poner a una mujer como candidata a Presidente de los argentinos. Miryam Bregman, que se lució con su oratoria en los debates, persigue ideas revolucionarias que poco respaldo tienen en el contexto nacional e internacional. Aunque pretendan corregir los destinos de una nación, otorgandole protagonismo solo a los trabajadores, el mensaje parece casi imposible de aplicar en el pais, pero tambien en un contexto internacional. La Izquierda no ha cambiado nunca su mensaje, y sigue sosteniendo ideas políticas de antaño. Buscarán en esta elección más que ganar la presidencia, sentar más diputados nacionales en la cámara baja.
Todo lo dicho, y escrito, ya está cerrado. No habrá ni nuevos discursos, ni cambios de oratoria. La suerte está echada y el domingo probablemente haya una definición a todo este largo proceso preelectoral. Cabe acotar que de instalarse un ballotage, será para los dos candidatos más votados de las elecciones en todo el pais. Para que haya un presidente elegido este domingo deberá sumar el 40% de todos los votos del pais, y sacarle 10 puntos de diferencia a su inmediato perseguidor. Por el contexto esto parece más dificil, pero en la política argentina, y después de todo lo vivido, nada parece imposible.
MARTIN FARIAS
