La batalla ha comenzado. Asi se plantea la cuestión a pocos días del inicio real de la campaña politica 2023 en el sembradío local. Estando con la tropa lista, ahora vienen dias de afianzar el mensaje. Para eso las reuniones se multiplican y los estrategas afines de cada campáña empiezan a merodear los bunker.
En estos últimos días, y tras la nómina de candidatos de cada fila partidaria, empezaron a notarse los primeros movimientos. Hay apurones lógicos para intentar mapear los lugares donde se deberá llegar de manera «presencial» y otros a los que se les deberá saltear para eficientizar recursos, y esfuerzo humano. Ceres tendrá dos «campañas», porque no todo muere en la PASO, sino que habrá que pensar tambien en una esperanzadora «general».
Los partidos politicos, ya afianzados en estructura como el oficialismo, y el peronismo, cuentan con más gente que los otros que deberan seducir con su mensaje a los ayudantes de la campaña.
Por ejemplo, todos han empezado a buscar alojamiento distante de sus sedes partidarias tradicionales. Fassi confirmó en una reciente entrevista radial, y donde se explayó sobre su candidatura, que su fuerza politica no usará la tradicional unidad básica. Prefieren salir de ese lugar mentado por cuestiones estrictamente partidarias, para buscar un espacio inmobiliario más «imparcial». Pero no son los únicos, en el oficialismo, el «Comité» tambien es un espacio netamente partidario. Y pretenden, como se hizo en 2019 y 2021, un lugar de reuniones que no sean las cuatro paredes del edificio tradicional. Esto no es prurito de ninguna de las fuerzas, es simplemente «estrategia».
Guirado y sus candidatos estarán en el centro de la ciudad. Ya han cerrado el alquiler temporario de un local para poder atender a quienes pretendan conocer sus propuestas para repetir concejalía hasta el 2027. Blanco y los suyos, harán lo mismo, aunque la información de este espacio es a cuentagotas.
En estos reductos, cada partido se apoyará para la atención al vecino, pero la verdadera batalla estará en las trincheras barriales.
Hace algunos dias, los vecinos de los barrios más alejados del casco céntrico empezaron a recibir la tradicional invitación a participar de reuniones de «campaña» con el objetivo de conocer las propuestas. Una vecina en sus redes sociales manifestaba «se nota que arrancó la campaña, por acá ya andan prometiendo cosas».
Claro, es obvio, o lógico, que esto será más frecuente. La política puede cambiar nombres de sus alianzas, poner o sacar personas de una lista, pero a la larga practica las mismas estrategias todos los años electorales. Les cuesta cambiar el rollo. Está bien, creen que por los siglos de los siglos, esto dará resultados. Nosotros podríamos dudar de que eso sea asi, pero para los estrategas de campaña, «la vieja receta siempre es la más efectiva».
Como se presenten a esta nueva batalla los contendientes es otro punto a no desatender. Claro, y es muy obvio, que los candidatos a Intendente deben empujar un mensaje distinto a los que se proponen legisladores.
Hace algunos unos años, en pleno fragor de campaña electoral, uno de los operadores de la campaña, de uno de los tradicionales partidos ceresinos, nos contaba que «es dificil sacarle el chip a los que van a ser concejales de que ellos no ejecutan, ellos legislan». Y es real. Ser candidato a Concejal difiere demasiado de los que se postulan a Intendentes. Pero caen en la red. Repiten el mismo error de siempre, y no consolidan un mensaje claro. Acá habrá un trabajo relevante de quienes arman la estrategia.
Hay gente alineada que prefiere que hablen poco, pero concisos. No es tan fácil. Porque tambien, hay intereses contrapuestos. No será lo mismo el discurso preparado del oficialismo con sus candidatos que el de la oposición que se debe parar en la vereda de la critica, exponiendo el medio vaso vacío.
Otro dato que renació, como lo hace siempre en estos tiempos, es el de las encuestas preparadas para mostrarse ganadores. Estos mismos operadores de campaña empiezan a encargar mediciones para saber donde se está parado. Hace pocas horas, uno de estos hombres de campaña nos expuso una arista, «si ya están todos los nombres, ahora hay que medir intención de voto, que está lejos de ser la de imagen». Este mismo operador decia, «ahora están los candidatos reales, antes eran todas probabilidades, incluso medimos gente que no está hoy como candidato y eso impacta en los sondeos». Lo que esta misma fuente nos revelaba es «guarda que hay muchos indecisos todavia». El destaca que tal vez los nombres de cada lista no «pegaron de lleno o no gustaron». Habrá que trabajarlos en el andar de la campaña
Los datos precisos de cualquier medición quedan guardados bajo cuatro llaves, pero se les dirá a los comunicadores, que se va ganando. Pasará en todas las fuerzas, nadie quiere mostrarse perdedor en el arranque, aunque todos sepan, incluso los propios candidatos, que la batalla no está en una red social, o en un sondeo de opinión, sino que está en la calle.
Martin Farias