Cuentan con el privilegio de recibir una bonificación por los primeros 400 kw de cada mes por el consumo de energía eléctrica en sus hogares, pero igualmente se han atrasado en el pago del resto de sus boletas de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) justamente el lugar donde trabajan. Entre 300 agentes en plena actividad y 200 jubilados hay medio millar de empleados morosos en la compañía distribuidora de energía.
En febrero ese fue el número detectaron las nuevas autoridades de la empresa que, en rigor, no es más que un mero cruce de datos contables disponibles en la Gerencia Comercial. Sencillamente, se elaboró una lista de los clientes en mora que además pertenecen a la nómina del personal de la EPE. Pero la sorpresa fue mayúscula al advertirse que su mora no era objeto de persecución ni reclamo.
Junto con la difusión del dato (oficialmente se habló solo de «más de cien» empleados y morosos) se desplegó la explicación de que, desde febrero, se les volvió a dar el trato que recibe cualquier otro moroso: intimación y aviso de corte.
La misma fuente que precisó que son 500 los empleados morosos (300 agentes en actividad y 200 jubilados) agregó que el activar los mecanismos más elementales de control hizo que la enorme mayoría de esas boletas atrasadas se pongan al día.
Precisamente, el que se haya relajado el control para los propios empleados en mora (que deberían dar el ejemplo con el pago del servicio del que viven) fue el aspecto que más alarmó al actual directorio.
Algunos datos
En la EPE hay 4.068 trabajadores. Gozan de pertenecer al grupo de estatales con los mejores sueldos de la provincia. Además de la estabilidad laboral propia de todos los agentes en relación de dependencia con el sector público provincial, cuentan con derechos laborales conquistados en su Convenio Colectivo de Trabajo, de 1975, que rige por el principio de ultra actividad, vigente para todo el sector eléctrico en el país. Entre otras cláusulas dispone las bonificaciones en materia de energía eléctrica, tanto en Santa Fe como en el todas las distribuidoras, públicas, privadas o cooperativas, bajo concesiones nacionales o provinciales.
La planta de personal no ha sufrido variaciones importantes en su número desde 2016, cuando había 3.830 empleados. Para 1999 había 3.635 empleados, en 25 años se aumentó en algo más de 400 ese número para una empresa que ha crecido y multiplicado varias veces su capacidad de servicio, tanto en clientes como en energía distribuida.
Con información de El Litoral
