El gobierno de la ciudad, traza con sigilosa paciencia, el año de gestión con la mira en las elecciones intermedias. Esa precisión en la toma de decisiones tienen a la Intendente Dupouy a la cabeza, pero se sirve de un circulo de confianza para analizar el panorama politico. El «embate» de los últimos días de un sector de la oposición, principalmente el alineado a Busquets, Mansilla y Fiore, le permitieron hacer una evaluación de la situación, situación a la que siguen día a día.
En el gobierno, ya sospechan que el «ataque opositor» vendrá a partir de los cuestionamientos a la obra pública, y como adelantó Mansilla en una entrevista radial, a la falta de gestión de grandes obras para la ciudad. En el oficialismo, se alinearon para salir a golpear duro a la gestión de Busquets con la denuncia del faltante de rendiciones por aportes FAE del 2017, y con Maza apuntando todos los cañones hacia el rol que cumplió el presidente del Concejo en la asamblea del barrio Malvinas. Ese desgaste al que someten a la «oposición» se siente en las filas justicialistas. Aunque Mansilla haya salido desmentir las denuncias por esas rendiciones, está claro que los dichos del propio Concejal Maza sobre que «fueron un gobierno que se fue con denuncias de corrupción» calentó la disputa.
La alineación de miembros del gabinete de la Intendente Dupouy, que junto a ella definen la cuestión «politica» se sirve de dos nombres, que han conseguido una fortaleza interna a partir de la confianza que les ha dispensado la propia mandataria, y son el secretario de hacienda Miguel Andrada y el coordinador de gabinete Guillermo Cravero. Ambos son quienes han fortificado el rol político de la gestión. Nada sucede sin que los dos funcionarios sepan como se procederá.
En la oposición, no hay argumentos sólidos para atacarlos, porque ambos funcionarios son de un perfil al que la confrontación politica y discusiones las dirimen a partir de datos concretos, cosa que le ha costado a la oposición leer en lo inmediato. Se notó como el gobierno llevó al presidente del Concejo a convocar dos veces a sesiones extraordinarias que nunca se concretaron, y a exponerlo de manera constante. El Justicialismo se entusiasmó tanto con la elección de una vecinal, que dejó de mirar el entorno.
No se dio cuenta que la estrategia del gobierno, fue alejar a la Intendente de temas menores, una de ellas la discusión de quienes deben comandar una vecinal, en la oposición buscaron que la mandataria deje alguna opinión en los medios de comunicación pero no lo lograron. Fue Cravero quien pergeñó los pasos a seguir con esa cuestión. Esto lo ha convertido en un escudero de la mandataria, y resuelve a partir de los consensos de la mesa chica del gobierno. Incluso Cravero discute cara a cara con los propios, el proceder de la gestión. Otro ascenso que no logra el Justicialismo hacer ceder es el de Andrada. No encuentran una forma de contrarrestar en la opinión pública la imagen del secretario de hacienda. Lo que realmente tiene intrigado a los opositores es el «considerando» de la sociedad con los secretarios de la Intendente.
Dupouy goza de buena imagen en el contexto social, y el PJ se equivocaría feo, si la hace flanco de las criticas. «Hay que acicalar la imagen de sus secretarios» sostuvo un militante de Busquets, en medio del embate del gobierno contra alguna crítica que se deslizó desde el peronismo. La elección del Barrio Malvinas, aunque lo nieguen, en el peronismo se sigue con mucha cautela. Cuando se creía que esa vecinal estaba «cerrada», el Gobierno dio su golpe, y consiguió revocar lo que el peronismo ya creia sellado.
En el ámbito politico, el gobierno deberá resolver cuestiones importantes ligadas a la gestión. Primero presentara una novedosa propuesta de «sentar» en el directorio de la clinica privada de salud local, a varios de sus integrantes. Esto ya provocó la furia de la oposición, quien acelera como contrarrestar esto en el Concejo. Mientras el presidente del Concejo miraba la elección del Barrio Malvinas, el Gobierno jugaba otra carta fuerte para aumentar su caudal de imagen en materia administrativa.
Es que sumar a miembros del gobierno, porque considerarlos honestos, confiables y buenos administradores a un directorio, es un golpe «duro» para la oposición.
Estos sacudones, llevaron al desgaste en el Concejal Bono, quien en la semana escribió en un escueto mensaje su intención de alejarse de su banca. Esto disparó en el peronismo un sinfin de evaluciones, y quisieron «despegarse» de que la decisión de la renuncia de Bono esté atado a un pase de factura por permitir el arribo del gobierno a un directorio de una empresa, del cual el propio concejal Bono es propietario. Incluso Mansilla, lo signó como «un amigo al que yo lo introduje en la política».
Pero, aunque se niegue desde todos los partidos, empiezan a definirse nombres y estrategias. En el peronismo tienen que resolver una «interna», que está lejos de asumirse como cerrada, si no se sientan Busquets y Giovannini a fumar la pipa de la paz. Jugarlo al ex intendente como primer candidato es la «opción» uno que maneja Mansilla y su sector en caso de que no haya unidad. Pero hay que revisar, si Bono finalmente se va del Concejo, como se lo instruirá a Uberti para trabajar en el mismo. El ex concejal, que tiene las chances de volver ante la negativa de Godoy de aceptar, está muy cercano en los últimos meses al trabajo de Giovannini. Habrá que «evaluar» ese rol, aunque en el gobierno ya saben que votará de acuerdo a lo que imponga el peronismo opositor.
Rafael ya ha tomado la decisión de acompañar todo lo que baje del gobierno. Es un miembro de Juntos por el Cambio, y si toma en cuenta las aspiraciones del Senador Michlig de armar un frente con radicales y los PRO adentro, la estrategia de Rafael y la gestión Dupouy quedarán emparentadas tal cual ha sucedido en las últimas semanas.
En el gobierno, sondean como viene el perfil de quienes podrian liderar la lista a concejales. La Intendente tiene mucha fe en esos nombres, pero falta la determinación política de que sean ellos, algo que a veces queda lejos de lo que uno solo pretende, aunque ese sea el que tenga que tener la última palabra.
El otoño no llegará sin ruido, todo lo contrario, y para eso todos se preparan.
Martin Farias
