Según informa la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), para esta semana se esperan lluvias “muy importantes” en la región núcleo, que pueden cambiar el escenario del trigo, que hasta la semana pasada se presentaba como el más seco de los últimos 15 años.
En trigo, lo mínimo requerido para sembrar es un 60% de agua útil en el suelo. Los técnicos recomendaban que al menos se dispusiese de un 50% para sembrar. Si se concretan las lluvias pronosticadas podría alcanzarse ese mínimo en tres cuartas partes de la región núcleo.
“Entre el miércoles 24 y jueves 25, los pronósticos señalan un evento que dejaría de 15 a 50 mm, tal vez más, en la zona más afectada por la gran sequía en Argentina”, indica la entidad, a través de un documento que plantea que mayo puede despedirse con lluvias que alcanzan “a cubrir el 60 al 70% de la región pampeana. Esto es Buenos Aires, sur y centro de Santa Fe e incluso hay posibilidades de que las lluvias alcancen al sur y centro de Córdoba”.
En ese sentido, el consultor Alfredo Elorriaga, expresó que “la franja de Buenos Aires y Santa Fe sería la más beneficiada. El agua podría incluso llegar a Córdoba. Hay que seguir la dinámica de las próximas horas”. Y agregó: “Si bien es cierto que estábamos esperando más agua que lo que finalmente se registró el fin de semana pasado, el próximo evento está muy firme en los modelos numéricos predictivos”.
Región núcleo: ¿Por qué las lluvias pronosticadas pueden ser una bisagra en el escenario de siembra triguera?
Hasta hace una semana atrás, las fotos para las intenciones de trigo mostraron una caída en la siembra del 50% con respecto a la siembra del año pasado. El productor necesita sembrar, pero no hay agua suficiente en los perfiles. Si abril hubiese cumplido con la media (120 mm) de lluvias y mayo acompañado con pronósticos de tormentas, se estaría ante la proyección de una siembra récord, con casi 2 millones de hectáreas como intención para el ciclo 2023/24. Pero con solo el 30% de las lluvias de abril, hasta la semana pasada el escenario para la siembra de trigo se presentaba como el más seco de los últimos 15 años.
En trigo, lo mínimo requerido para sembrar es un 60% de agua útil en el suelo. Los técnicos recomendaban que al menos se dispusiese de un 50% para sembrar. Hoy en día, solo los alrededores de Rosario cuentan con ese porcentaje de agua útil. Pero si se concretan las lluvias pronosticadas, con más de 50 mm podría alcanzarse ese mínimo en el 75% de la región núcleo.
Por otro lado, en el norte y centro de Buenos Aires, también se está revirtiendo el escenario. Al igual que en la región núcleo, si se concreta el evento de lluvias de los próximos días, se alcanzarán condiciones adecuadas de siembra de trigo.