Nada. Es democracia, esa es la primera respuesta que nos surge de la pregunta que encabeza esta editorial, post elecciones nacionales.
Hay cosas que se deberán tomar como balance, del bueno y del malo, los balances no siempre deben ser con lo positivo. Lo negativo es lo que ayuda a cambiar realmente y hasta corregir el rumbo. Estas elecciones fueron muy particulares porque destrozaron muchos mitos. Primer mito: la gente no siempre vota a ganador. Segundo mito: Los debates presidenciales si influyen en la gente. Tercer mito: Tener todos los medios de comunicación más importantes o las redes sociales a favor, no aseguran absolutamente nada.
A esos mitos los acaba de tumbar Massa. Algunos dicen que este ministro que quiere gobernar la Argentina no es del peronismo ortodoxo, sino que se pone más cerca de un peronismo de centro derecha. Y probablemente eso es lo que haya olfateado el votante volátil. Un dato no menor, los jovenes no inclinaron su voto ni a Juntos por Cambio ni a la Izquierda como otras veces, esta vez votaron al peronismo. Y se entiende, los mensajes acribilladores contra la educación pública, las universidades y la mar en coche, hizo ruido en los jovenes que se educan en estos establecimientos. Nadie puede imaginar votar a alguien que vaya en contra de sus condiciones. Más vale malo conocido que bueno por conocer, dice el famoso dicho. Pero no pongamos a los jovenes como los hacedores de la victoria de Massa. Hay otras cuestiones que hay que leer finito. La candidata a Presidente de la coalición Juntos por el Cambio, la fuerza que unió 4 partidos al ritmo de la canción «antikirchnerismo» no pudo superar ese hit. Se empatanó en esa frase, y no supo cambiar el guión. Porque a la misma canción ya la estaba tocando Milei y sus libertarios. La posición que diagramó Juntos les fue arrebatada por La Libertad Avanza. El ser un personaje nuevo, el libertario, la gente se inclinó por él, y no por partidos a los que se los considera «casta». La estrategia de Juntos fue pésima, y tal vez algún dia lo reconozcan. Milei salió indemne, es uno de los grandes ganadores de la politica nacional, gane o no gane la presidencia del 19 de noviembre. Los libertarios tendrán por primera vez, diputados y senadores nacionales, y serán quienes deban decidir con su voto las leyes que vendrán. A este cuadro, Milei no lo imaginaba cuando estaba brindando y festejando el año nuevo 2023.
Se dio todo de manera vertiginosa. A Milei lo ayudó mucho el contexto para ganar con amplitud las PASO, tambien el hit de la «dolarización» y la «casta». Mientras su discurso solo se enfocaba en eso todo venia viento en popa. Pero con el correr de los dias, ese mensaje fue perdiendo brillo porque otros «perdedores» como Marra, y otros militantes de La Libertad Avanza, decian cosas disparatadas en cualquier programa de radio o televisión. Milei y Villarroel perdian mas tiempo corrigiendo esos «mensajes» que enfocarse en el mensaje propio, el mismo que los llevó a ganar con comodidad la PASO. Y cuidado, no fue solo el discurso contra el Papa Francisco, hubo otros mensajes totalmente descalificantes que no tenian ningún sentido dar. Todo esto, fue dandole a Massa un rango de actuación, que no veian venir. La devolución de IVA por ley, la creación de Universidades, las ayudas para jubilados, pensionados , los créditos para monotributistas, entre otras tantas cosas salidas por arte de magia de las arcas del enorme «aparato estatal» lo ayudaron a repensar el voto. Pero más que el gasto realizado, lo ayudaron, los mensajes de sus contrincantes políticos. No se puede solo criticar sin presentar una propuesta sólida, en economía, seguridad o bienestar social. El voto del campo, tal vez, solo una opinión, se volcó a Schiaretti que proponia cosas en serio para mejorar la situación del campo que pone mucho en las operaciones con los extranjeros. Tal vez, Milei o Massa, cuando a uno le toque gobernar, estaria bien preguntarle a Schiaretti y pedirle datos sobre su idea para el campo. Los demas candidatos solo daban muy vagas ideas sobre un sector clave de la economía nacional y nunca lo convencieron. Las carceles, o los extravagantes lujos de la politica tambien se deben discutir. Los propuso Bullrich y tal vez tambien haya que consultarla sobre su idea al respecto. Lo bueno se rescata, no importa quien lo haya propinado.
Argentina no tolera más improvisaciones, y el electorado lo va entendiendo. Cristina, Macri, Alberto, y varios más ya son decorado. No suman nada, restan. No sirve andar llevandolos de un lado a otro para espantar votos. Gobernaron, se equivocaron y tuvieron aciertos, pero su ciclo terminó. Hay que jubilarlos. Massa entendió ese mensaje. Ni al presidente, ni a la vice, los estuvo paseando en ningun lado. Lo mismo deberia haber hecho Bullrich con Macri, pero no lo hizo. Milei es nuevo, no tenia idolos para mostrar, más que sus libros y referentes. Con eso le bastó para estar en la batalla final.
No hay explicaciones lógicas para leer un resultado electoral, nadie lo analizará despojado de sus ideologias. Las culpas no se echan al resto, sino que se deben hacer autocríticas coherentes sin chicanas. No esperen la valoración de un sector de la prensa, o analistas. La democracia tiene estas cosas, que probablemente, la resultante, pocas veces se ajuste a nuestras simpatias por partidos o candidatos.
MARTIN FARIAS
