El cambio de modelo de país que propone el Presidente Javier Milei que, sea cual fuere el resultado final vino para quedarse, conceptualmente es el que le propuso el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro a sus votantes, mucho antes de que el libertario sea Presidente de la Nación.
Hoy la dinámica de los acontecimientos nacionales le permiten a Pullaro mostrarse inclusive como un mandatario que, más allá de coincidir con muchas de las iniciativas mileístas, pelea a brazo partido en defensa de los interese provinciales que la exuberancia de las propuestas perjudica. Varios de sus ministros (Puccini, Enrico, la Vicegobernadora Scaglia, él mismo inclusive) trajinan los pasillos de la Casa Rosada y ministerios nacionales al menos una vez por semana. Por lo pronto consiguieron que no se modificara lo relacionado con el biodiesel, donde Santa Fe lidera la producción nacional.
El diputado nacional santafesino del PRO Gabriel Chumpitaz cree que hoy por hoy el gobierno nacional no tiene aún los votos en el Congreso para imponer sus reformas: “si bien hoy no están los números, estamos haciendo todo lo posible para conseguir los consensos, y de este modo lograr las mejoras que necesita Santa Fe” alienta el diputado rosarino, quien también cree que había que salir del añoso letargo populista, pero de manera racional. Ni tan calvo que se le vean los sesos.
La dinámica legislativa a partir de febrero en Diputados
Pullaro – decíamos la semana pasada- logró en un mes comparativamente sacar más leyes que durante los cuatros años de la gestión Perotti: 18 normas sancionadas tiene anotadas en su planilla Excel el secretario de Asuntos Legislativos Gabriel Real, mientras 6 más esperan para arrancar el primer jueves de febrero a saber: reforma al Código Procesal Penal, reforma a la ley 13.014, orgánica del Servicio Público Provincial de la Defensa Penal, Gobernanza de datos e información pública, Conformación del gabinete social, reformas a la ley orgánica del Poder Judicial y al Código Procesal Civil y Comercial.
También hacíamos notar que a partir de febrero la Cámara de Diputados, ya asentada después del vertiginoso rodaje inicial, seguramente comenzará la gimnasia del sereno trabajo en las comisiones de las no menos importantísimas leyes a tratar.
La última sesión mostró el signo de los tiempos por venir: los 14 socialistas (13 en realidad porque Clara García preside el Cuerpo) amalgamados en un sub bloque único son el palo mayor que ayudarán a sostener las velas del navío de los 28 de Unidos, ante los embates que seguramente sobrevendrán de la minoría que de a poco se irá consolidando como tal.
El período de gracia a Pullaro ya pasó.
Por lo pronto, en esa misma reunión se advirtió que Amalia Granata, con su punta de lanza en el diputado reconquistense Emiliano Peralta (que asombra a propios y extraños con sus discursos) no tiene problemas en unir fuerzas con el multicolor peronismo -entre ambos tienen la llave de los dos tercios- para juntar 17 voluntades, que sumadas a los dos integrantes de Inspirar (Juan Argañaraz y Natalia Armas Belavi) y seguramente pocas veces con la gente de Del Frade (suelen tener posturas más extremas) al menos propondrán jugosos debates.
Un dato: dentro de Unidos el PRO tiene un interbloque compuesto por tres mujeres: Ximena Sola (viene de la legislatura anterior), María Fernanda Castellani y Astrid Carolina Hummel.
Las paritarias que se vienen: no hay plata (suficiente)
Después de la primera reunión de acercamiento y saludos protocolares con los nuevos ministros (Goity de Educación y Báscolo de Trabajo), AMSAFE salió a marcar territorio curándose en salud: pidieron que el gobierno cumpla con la paritaria 2023 que contempla activar la cláusula de garantía en diciembre, para pagar por planilla complementaria en enero la diferencia que surja de los índices de inflación noviembre – diciembre, que el secretario general de AMSAFE Rodrigo Alonso calculaba en un 50% (anualizado).
Pues bien, Pullaro se anticipó y dijo que no se comprometerá a prometer lo que no pueda cumplir; el tema es que eso sería de aquí en adelante: ¿y la “gatillo” de diciembre 2023?. ¿La desconocerá?. La diferencia salarial versus inflación 2023 le significaría al gobierno tener que desembolsar unos 50 mil millones de pesos extra (para todo el universo de la administración pública alcanzado por la cláusula de garantía 2023). ¿Por única vez ó de aquí en mas sin contar las mensuales actualizaciones de la inflación 2024?.
¿Y si la manera de aplicar el final de la paritaria 2023 fuese uno de los puntos para abordar en la paritaria 2024?, tomando en cuenta que los gremios bregan por la autonomía de la paritaria.
Hete aquí el meandro de la cuestión: discutir en la próxima reunión el alcance semántico financiero de la frase “se compensará la diferencia en menos” (…) inserta en el puntos dos de la paritaria 2023. El gobierno seguramente querrá que el aumento no se aplique remunerativamente a los sueldos. Y los gremios lo contrario. Una cosa es cierta y lo detalló Pullaro: no hay plata, hay déficit, deudas y difícilmente se pueda afrontar lo que venga.
Por otra parte, el Gobernador fue claro con la docencia: si se elimina el 32% de ausentismo (del cual solo el 7% estaría justificado) habría más plata para aumentos. ¿Y el resto de la administración pública?.
Por ahora ATE y UPCN esperan el desenlace de la docencia, que tiene como fecha límite el 26 de febrero -fecha de inicio de clases- para llegar a un acuerdo. ¿Se animarán a “clavarle” el primer paro a Pullaro?.
El reto que viene después del receso.
Por Dario Schueri