La pandemia de coronavirus no da tregua. Los números elevados de contagios y las muertes por la enfermedad cada vez alejan más la posibilidad de preparar un operativo retorno concreto en las actividades deportivas oficiales. El último DNU paró todo, incluso al equipo aurinegro del CCAO que participa en la Liga Argentina, la cual recien retomará su competencia el 7 de junio.
Del resto no se sabe nada. La Liga Ceresina está cada vez más lejos en el horizonte. Mayo, se pensó en la última reunión iba a ser un mes para preparar el calendario y contar los porotos. Pero, lejos quedó aquello dialogado entre todos en el patio de la Liga. Sin mayo en el calendario, aparece el mes de junio. El 13 ya está descartado, solo será un mes para ir viendo la evolución de la segunda ola, sus consecuencias, y si algun dia lo permite reunirse y poder armar un campeonato, que deba arrancar en julio, o agosto, el mes que se habia evaluado a comienzos de año.
La situación de los clubes no es la ideal. Los parates constantes, y la falta de comienzo en los entrenamientos por parte de algunos, harán retrasar cualquier idea acelerada. Y habrá que reevaluar costos económicos. En agosto, sostener costos actuales será imposible. Eso puede llegar a ser una traba para acordar condiciones y comenzar. Por eso el campeonato en todas sus divisiones es una duda, por lo menos para fechas cercanas. Hay que primero esperar que se mejoren las condiciones sanitarias, después esperar permisos horarios para que todos pueden entrenar, asegurar fondos económicos, y despues sentarse a ver y analizar el tipo de campeonato, y con cuantos equipos arrancar. No es lo mismo estar en marcha como muchas ligas, que arrancar de 0.
En tanto por el lado del basquetbol de la Noroeste también hay incertidumbre del operativo retorno. Mientras imperen las prohibiciones y decretos provinciales será dificil retornar a la competencia, que ya habia comenzado en todas las divisiones. Mayo ya está cerrado. Habra que tomarle el pulso a junio, y esperanzarse con un julio prometedor. En los clubes asumir los gastos fijos de la actividad se vuelven un verdadero inconveniente en tiempos de pandemia y vacas flacas.
