Mientras todavia se debate cuando poner en marcha la pelota para la máxima categoria del fútbol argentino, el panorama en el interior es todo incertidumbre. Por eso existen serias dudas de que por estas demoras en «largar» con el fútbol grande AFA; el resto piense más en negativo que positivo.
Pero es válido repasar, desde nuestra mirada el panorama completo. AFA tiene que comenzar en agosto. Primero serán los entrenamientos, 1 mes y chirolas, para darle inicio del torneo de primera en septiembre. A esa altura, el coronavirus todavía será noticia, nadie lo duda, pero el pais ya va a estar transitando su nueva normalidad. El fútbol, como otras actividades deportivas, no deberán estar ajeno a eso.
Y acá se puede evaluar como pinta la cosa en el interior del pais. Primero, El Consejo Federal no podrá «desestimar» el mapa «verde» de las provincias sin casos predominantes de Covid 19. Que significa esto, que hay provincias, que para mediados de agosto ya habrán cumplido largos dos meses con la casuística totalmente controlada. Y acá viene la evaluación, «el consejo federal» cometería un gravisimo error si no «divide» por zonas verdes, amarillas y rojas las federaciones, y sus ligas.
Es concreto, si Santa Fe, y Santiago del Estero, para mediados de agosto, mantienen sus actuales cifras de contagios, y continúan en «mapa verde» no debería haber ningun tipo de impedimento para reiniciar las prácticas con los planteles superiores de la Liga Ceresina. Porque decimos Santa Fe y Santiago, porque son dos provincias las que conforman el cuadro liguista. Si se consigue arrancar, a estas alturas no tenemos demasiadas dudas de que asi será, septiembre u la primera semana de octubre podrían ser ideales para una vuelta al fútbol de primera y sub 23 en esta Liga Ceresina. Y la otra pregunta que siempre aparece, es se puede jugar con público o sin. Se deberá evaluar el «mapa verde». Eso deberá ser potestad de la Liga Ceresina mediante los protocolos que se le exigirán para poder ingresar gente o no a las canchas.
Este mismo debate, y este mismo cuadro de situación lo tendrán más de 20 provincias, que tambien hoy estan en etapa controlada de la enfermedad, no decimos libres de coronavirus, sino controladas.
Es necesario empezar a afinar la punta del lápiz en materia de fechas calendario. Este año es atipico, y la regla de terminar los torneos un 10 de diciembre es cosa del pasado. Todo se ha cambiado en materia de calendario en este 2020, no es descabellado pensar en modificar esa fecha. La Liga Ceresina, puede concluir en este 2020 con la etapa regular del torneo que quedó postergado, parar si es necesario por las fiestas de fin de año, y reiniciar siempre con partidos en horarios nocturnos. No debería pensar en el año que viene, si agotar las instancias que le propine este 2020.
El impedimento mayor, que debe pensar, consultar y confeccionar es el protocolo para que la gente vaya a la cancha. Sin gente, en esta liga jugar a puertas cerradas es imposible.
El coronavirus ha demostrado que los contagios de la enfermedad se dan cuando se convive por varios minutos con un infectado, compartiendo botellas o mates con el. Manejarse sin tapabocas, o compartiendo todo en un vestuario son materia fundamental para afinar en los protocolos. La gente, la que se quiere incluir, tambien debera entender que para ingresar a una cancha deberá hacerlo con tapaboca.
La realidad marca hoy, en julio, que la mayoria de quienes salen de sus casas se juntan y no usan la mascarilla. Eso habrá que impedirlo cuando se juegue un partido de fútbol.
La Liga Ceresina tiene una ventaja, no tiene ciudades con problemas de contagios por conglomerados o de circulación comunitaria.
En sintesis, si se quiere se puede. Claro, primero lo primero, el Consejo Federal deberá permitirle a las ligas del interior comenzar a moverse, si no lo hace, será por inoperancia o intereses propios. Cuando esa autorización llegue, en la Liga habrá que tener todo escrito, detallado, y formulado para empezar a mover las plantillas. Lo de la competencia, y sus dias de juego, se acomodan rápido.