La provincia pretende ratificar la decisión de mantener cerrados los gimnasios. Para ello, necesita cerrar filas con los municipios que deben ejercer el rol de contralor. Podría haber marcha atrás con la prohibición de las actividades deportivas modalidad entrenamiento al aire libre.
Las últimas medidas restrictivas en el marco de la pandemia generaron un acatamiento dispar en la provincia, además de mucho malestar. Nacieron ya en un marco normativo y comunicacional confuso; las enunciaron en términos generales el sábado, el gobernador Omar Perotti y la ministra Sonia Martorano. En simultáneo, se conocieron las placas que no daban lugar a dudas: cerraban los gimnasios y se suspendían las actividades de clubes. Después se conoció el decreto y en paralelo, declaraciones de algunos funcionarios aclarando que en realidad, actividades deportivas de entrenamiento siempre que se realzasen al aire libre y de manera individual, sí estaban permitidas. La confusión se terminó de generar cuando el sábado por la noche se difundió una nueva resolución, en este caso emitida por el Ministerio de Gestión Pública, en la que se expresaba que quedaban prohibidas las actividades deportivas «en todas sus modalidades», es decir, incluso aquellas que no fuesen en lugares cerrados.
A la génesis de los anuncios, inmersos en un mar de confusión, se sumó el disgusto de los sectores que se verían afectados, sobre todo los gimnasios. Así fue que abrieron muchos de estos establecimientos en Santa Fe, Santo Tomé y Rafaela. Sus propietarios y trabajadores salieron a la calle para exigir que se les permitiera trabajar con normalidad.
A la confusión tanto en la comunicación como en la normativa y al malestar de los afectados, se sumó un tercer factor: la posición de muchas ciudades -en algunos casos, departamentos completos de la provincia- que decidieron formal e institucionalmente no acatar las disposiciones emanadas del decreto que firmara el gobernador el sábado.
Revisión
El escenario descripto obligó al gobierno de la provincia a realizar una suerte de revisión de lo actuado. Durante toda la jornada del lunes se sucedieron las reuniones para evaluar las reacciones que habían generado las medidas. Hasta los diferentes credos se quejaron por la suspensión de la realización de las celebraciones religiosas.
En el mismo marco, se esperan para este martes más encuentros entre funcionarios del Poder Ejecutivo, y una nueva reunión con los intendentes de la provincia. Gimnasios y actividades deportivas al aire libre serían los dos tópicos a abordar. Y la posición de la provincia es diferente para cada uno de ellos. En cuanto a los gimnasios, según pudo saber El Litoral, la intención de la Casa Gris es ratificar la decisión de que permanezcan cerrados hasta el próximo 21 de mayo. La idea, entonces, es cerrar filas con los municipios para que nadie se salga de ese postulado y desde esas administraciones se ejerza el rol de controlar, fundamental para garantizar el cumplimento de la medida. En todo caso se analizará una posible asistencia económica para el sector, y eventualmente, la posibilidad de que trabajen en espacios abiertos.
La provincia sí podría revisar y hasta terminar habilitando las actividades deportivas en su modalidad entrenamiento y al aire libre. En tal sentido, las opiniones son coincidentes en resaltar que dicha modalidad no presentaría riesgos, si se respetan las medidas correspondientes de cada protocolo. De las deliberaciones que se den durante la presente jornada surgirán la ratificación o posibles correcciones de las restricciones anunciadas el pasado sábado.
Con información de El Litoral