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En medio de tanto desconcierto ¿hay altura «moral» para seguir imponiendo restricciones?

Probablemente la respuesta sea «no». En pocos días más se cumplirán 365 días de sostenimiento de medidas contra el amenazante Covid 19, y la sociedad, a medida que fueron pasando los meses, ya tomó algunas decisiones que no condicen con decretos o normas.

Tras el escandaloso vacunatorio VIP; y toda la politica oficialista puesta en el paredón de la inmoralidad por vacunarse antes a través del acomodo del poder, no tiene facultades para seguir imponiendo ningún tipo de restricciones. Es que todo se ha viciado de amoralidad. Y el desconcierto entre la gente, los emprendedores o pequeños empresarios pymes que siguen sin trabajar desde el arranque de la pandemia, es cada vez más grande.

Como pedirle a los comerciantes de la noche que «sigan cerrando a tal o cual hora» para evitar el contagio de coronavirus. Como hacer para que se sigan respetando normas pensando en la salud antes que lo económico, si desde las esferas del poder, donde se deberían dar muestras claras del ejemplo a seguir, todo se hizo al revés. Y esto no es nuevo, no pasa desde que el ex ministro de salud ha decidido vacunar a sus «amigos», viene de antes. 

En Ceres, todavia se sigue barriendo a la gente a la medianoche, y los fines de semana antes de la 1.30 hs. Esto depende de la atención a un decreto gubernamental, pero que hace rato, en varios distritos,  ya no se cumple. Y no se cumple porque la necesidad de esos mandatarios locales de dar el espaldarazo a quienes deben sostener sus emprendimientos, es fundamental. Los mandatarios en esta provincia, como en el resto del pais, también están desconcertados, y no es para menos. Mientras algunos se pelean por cumplir los decretos con sus propios vecinos, otros han dejado abierta la posibilidad de que cada uno haga lo que quiera. En este mismo departamento hay localidades que ya cierran sus emprendimientos de la noche pasadas las 4 de la mañana. Y todo parece desarrollarse con normalidad. En Ceres se respeta algo que en otros lugares no, y que además, está sostenida en la decisión de un gobierno nacional que no «ha demostrado estar a la altura de las circunstancias éticas». Entonces la pregunta que los emprendedores se hacen es, ¿quien es más corrupto, el que decide abrir hasta las 4 de la mañana para salvar su negocio, o los politicos que acomodaron amigos en la lista de vacunación que ahora esta viciada y puesta en dudas en todos lados?.

La otra pregunta surge sola, ¿hasta cuando se van a seguir con medidas restrictivas propias de los tiempos oscuros, cuando el Covid 19, ya es archiconocido y todos saben de los cuidados que hay que tener?. No hace falta que el estado se haga cargo de los horarios, lo que debe hacer el estado es preocuparse porque la vacunación contra el Covid, la unica esperanza de mantener sanos y salvos a los pobladores de riesgo, se haga bien. Entonces, ante este panorama, como se deberá proceder en los próximos dias. Quien está a la altura moral de imponer condiciones en este juego. 

Y valen datos, en ningún lugar turistico del verano en el pais se habló de medidas contundentes, hubo miles de protocolos, pero algunos solo fueron para la foto. En varios lugares ni siquiera se exigió para el ingreso las famosas app de protocolo. Todos los que regresaron de sus espectaculares dias vacacionales, ¿alguien tomó medidas preventivas para evitar una propagación del virus?. Pero esto toma más dimensión cuando en una localidad el propio intendente o presidente comunal decide a través de su comité de emergencia abrir los comercios nocturnos hasta cerca del amanecer. Entonces, en este gran desconcierto, y con las hojas quemadas de tanta desidia, los que están «atados a las restricciones» miran atónitos como a su alrededor se hacen cosas que rompen todo lo escrito.

Por este motivo es necesario que desde la provincia, o desde el lugar que deba tomarse una decisión, se impongan nuevas condiciones, pero no para beneficiar la economía por encima de la salud, un verso ya archivado porque la realidad ha demostrado otra cosa, sino para que la ley sea pareja para todos. Es necesario que se amplien restricciones, o se impongan condiciones de que cada uno decida su «futuro» ante el Covid 19. Todos sabemos que vendrá la segunda ola, y que deseamos que haya muchas personas de riesgo vacunadas para cuando eso suceda. Pero mientras tanto, hay que darle claridad al panorama, porque como se está haciendo, se generan confusiones, y situaciones de rebeldía. Hay que priorizar nuevamente sobre las medidas efectivas de prevención, en las últimas horas, las principales entidades de salud del mundo, le han comunicado a la OMS, que el virus no se contagia por superficies, sino que el contagio masivo es por aire. Osea menos desinfección de alimentos o envases, y más ventilación y purificadores de aire en sitios cerrados.

Es necesario que la actualidad le de paso a la realidad, no se pueden continuar con medidas arcaicas, o tomadas cuando comenzó la pandemia, donde nadie sabia nada. Lo que dio resultado en su momento, hoy ya no lo aseguran. Y aunque para algunos la tranquilidad la dan solo las «restricciones», eso está demostrado que no es 100% efectivo, porque a la par de los cierres obligatorios por decreto, cientos siguen su vida normal sin atisbos. Jamás se castigó a los que infringieron las restricciones, y tampoco lo van a hacer ahora.

El planteo sobre los actuales horarios de restricción traen enormes problemas a quienes los cumplen, y premia a quienes las rompen, entonces ¿cual es el equilibrio del que tanto se habla?. Cuando llegue la segunda ola, y si seguimos en tal desconcierto, el coronavirus hará estragos. Por eso es necesario focalizar las verdaderas medidas preventivas, y poner freno temporario cuando haya que ponerlo, pero no perjudicando un solo sector, sino que la ecuación cierre de manera que el esfuerzo sea de todos, y no solo de unos pocos. Cosa que hoy está sucediendo.

Martin Farias