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Editorial: La politica local comenzó a «deshojar la margarita»

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Está todo dicho, los nombres de cada lista politica está a disposición de los electores, muchos de los cuales ya opinaron en distintas encuestas que se conocieron puertas adentro de los partidos políticos. En esos mismos sondeos, una porción de los ceresinos, «ya eligieron sus candidatos». 

Ese resultado fue decisivo para que cada alineación pueda proponer sus nombres. Las «encuestas» dijeron lo que tenían que decir, no sorprendieron en lo más mínimo. Lo habíamos adelantado, hace unas cuantas semanas, a partir de ese ida y vuelta que se consigue hablando con la gente, esa que se informa a menudo a traves de este sitio.

Las encuestas ordenaron la «formación» de cada lista política. Esta vez los termómetros primarios estuvieron en los sondeos de opinión. Si los actores no hubiesen medido lo suficiente hoy no estarían en el «ruedo». Tras el superviernes del cierre de listas, cada fuerza politica local comenzó a «deshojar la margarita». 

La línea de propuestas, y como será el panorama preelectoral son claves para ir advirtiendo donde se parará cada uno, y ratificar lo que dijeron las encuestas o echar por tierra cualquier posibilidad de reinvidicación. Esta politica de hoy permite pocos «grises», se está de un lado o del otro. No hay chances de pararse en el medio. 

Quedó claro que entre la unificación partidaria del oficialismo, una resonante estrategia política, la oposición se paró en «dos opciones». La largada no será el día que la campaña empiece a dar vueltas por los medios de comunicación, la campaña ya comenzó, y lo hizo incluso antes de las encuestas. Y definió como será la contienda, o por lo menos, le puso claridad total al panorama politico. Haciendo mención al «Justicialismo» esa división conseguida por la falta de consensos entre las dos partes, obligó a jugar con lo mejor que podía «jugarse» en una elección intermedia. Es real que el «peronismo» busca hacer una decorosa elección para no quedar tan relegado ante el «oficialismo» que consiguió solidificar una gestión novedosa, y articulada para el vecino.

Jugar con toda la artilleria pesada, era la única opción. No hubo tiempo para pensar en soldados que queden para la próxima guerra. Habia que poner todo lo que se tenía en esta, y proyectar la próxima, si es que se sobrevive en esta mismísima elección. Que el ex Intendente Camilo Busquets haya decidido pegar la vuelta a la politica, y pretender remontar al Justicialismo desde el Concejo, es una lectura clara de que «si no era el, ese peronismo no tenía mañana».- Busquets armó una lista de «fieles». Sin lugar para débiles empezó a codearse con los dirigentes provinciales que alguna vez «apoyaron su gestión al frente del gobierno local». En ese nicho, Busquets encontró apoyo, ante el abandono de parte de la gestión de Omar Perotti en la provincia. El gobernador desde el minuto cero, decidió que Luisina Giovaninni sea su espada política en este departamento. Le dio la responsabilidad de «armar» un peronismo con actores incondicionales, que miren el 2023 con chances de acortar distancias con la fortaleza territorial del senador Michlig. Esa inquietud llevó a Giovaninni a confiar en «otros dirigentes» y descartar lo que consideró el «lastre». En ese descarte estuvo Busquets y sus adeptos. El ex Intendente jamás se lo perdonó. Había que jugar sea como sea, porque en política jamás se cede espacios que más adelante puedan convertirse en la extinción.

La contienda electoral entre «Justicialistas» dejará un cuadro ganador que tras el proceso electoral, sentará las bases para planificar un 2023 «aun muy lejano». Conseguir la unidad entre estos actores actuales será muy dificil, por eso este 2021 será a matar o morir. Si no se resuelve quien conduce de verdad, será complicado pensar en hacerle sombra a un oficialismo que tiene un apoyo indiscutido en la sociedad.  Las encuestas de imagen realizadas en lo preliminar, pusieron a la Intendente y el trabajo de su gabinete entre el 70 y 80% de imagen positiva. Una cifra elevadisima para cualquiera que la confronte. 

Lancellotti intentará con sus medios, y la estructura provincial, buscar bajar la renta política de Busquets y los suyos. Parece que no será fácil, pero lo intentará. Giovaninni hará lo posible para que estas elecciones sean un puntapié a sus aspiraciones del 2023. No será un camino de rosas, y las victorias y derrotas políticas se cotizan o se pagan con el «cuero». En tanto, el oficialismo se encamina a una victoria electoral que le de espaldas suficientes para asegurar gobernabilidad, y un tránsito de gestión sin sobresaltos. Para eso, también mira de reojo lo que pase en la oposición, esa oposición que desde el legislativo, le cambie rosas por espinas. 

Nuestra editorial de hoy, se la dedicamos a la memoria de un lector incondicional de esta columna todos los sabados,  Raul Alberto Ramonda. QEPD. 

Martin Farias.