Aunque pocos somos los que queremos ver más allá de lo evidente, claro está, con la pandemia asolando el planeta, intentamos prever que será de nuestra vida cotidiana, «en la nueva normalidad». Y para eso no estamos basando especificamente en lo que sucede en otros paises de avanzada, sentados en las sillas del G-8, lugar no menos importante. Son paises con civilizaciones milenarias, y que han sabido sobreponerse a otras grandes catástrofes de la humanidad como las guerras mundiales.
Pero es cierto que esta guerra es distinta, y el resultado final será devastador. Es increíble pero el COVID 19 vino para cambiar «radicalmente» las costumbres. Igualmente analicemos lo inmediato, lo que nos permite la mirada ahora, en medio de un confinamiento mundial.
En varios medios de prensa europeos se comenzó a evidenciar otra etapa en sus respectivos plazos de cuarentena. Los paises nórdicos, incluso Alemania, España, e Italia, empezaron a ver como acomodarse y salir poco a poco de las cuarentenas. Está sabido que esa decisión va atada a otras que están totalmente prohibidas. En Europa tampoco saben como será la escuela que se vendrá, los eventos sociales, o los grandes recitales. Pero a esto hay que agregar que tampoco se sabe que pasará con el turismo, muchos paises lo tienen como principal fuente de ingreso, o con los grandes recitales musicales, o incluso con bares, restaurantes, shoppings o ferias.
Viendo esta realidad, y que probablemente podamos entender porque estas naciones no se animan a abrir de golpe las cuarentenas, podamos trazar lo inmediato en Ceres, la provincia, e incluso en la Argentina.
Pero para eso debemos saber que el COVID 19 no ha golpeado de lleno, tal vez no haya pico, pero habrá mucho contagio y muerte, y en el punto principal, nuestra nación tiene otras características que las diferencia de muchas naciones del mundo, es su vida diaria, los afectos, y su manera de vivenciar hechos.
Somos un pais lleno de personajes «afectuosos» no somos una población fría. Pero no es el punto que debemos analizar. Es como nos va a impactar el post coronavirus.
Hay rubros que en Ceres, podrán ir abriéndose a medida que vayan transcurriendo los meses, nadie lo niega. Pero cuando se reabran, si es que lo hacen, no podremos repetir los mismos errores del pasado.
Las cosas deberán cambiar de plano. Incluso, ya se sostiene desde las más expertas esferas, que desde ahora todo «deberá cambiar». Veremos, analizar el futuro a dos o tres años seria apresurado. Pero veamos el resto del 2020 y el 2021.
A nadie se le ocurre hoy armar o participar de un evento social que pueda reunir más de 50 personas. Pero no solo un cumpleaños, boda, o un sepelio. Si no un encuentro de familia numerosa. Y es probable que esto siga a través del tiempo. Las costumbres tienden a cambiar después de un tiempo de aplicación. La conducta de las personas cambian, con rigurosidad, o solo por la experiencia propia que nos dejará la pandemia. Pero estamos muy lejos de volver al encuentro de un restaurante repleto de comensales uno al lado de otro, o de una discoteca con 500 personas, un bailable de personas de la tercera edad, o el ingreso masivo a un supermercado o shopping. Estpa claro que esto imperará para los lugares cerrados como para los abiertos. A nadie se le ocurre pensar en la realización de una feria de mascotas, o de artesanos, en tiempos donde la distancia será prudencial.
Por eso está en vilo, los eventos deportivos. Los deportes más populares son de contacto. El fútbol, el basquetbol o el boxeo, no pueden evitar el roce, entre sus protagonistas. Por eso en este ámbito se discute que deportes podran ir saliendo de los confinamientos. El tenis, el Golf, entre otros son disciplinas donde el contacto está por encima de los metros de distanciamiento. Pero hay que ver que sucede con el público, las tribunas, y el fragor de los fanáticos. No hay recetas por ahora. Todos esperan que la vacuna sea la gran solución a todos estos cuestionamientos, pero esa vacuna aún no existe, y está en fase de prueba. Con mucho viento a favor, en el 2021 podria estar accesible en la mayoria de las naciones. Pero eso es solo una hipótesis. Tal vez cuando los que podamos vacunarnos en su momento ya habremos cambiado nuestras costumbres de manera radical. Ya esquivaremos por si solos, los encuentros, los bares, los restaurantes, y hasta un recital de rock. Tal vez eso pase más rápido, que lo que sea el arribo de la tan ansiada vacuna contra el covid 19.
MARTIN FARIAS
