En una carta abierta el abogado y escritor ceresino Sergio Diaz, hizo mención a su paso por Ceres, y la concurrencia de público en la presentación de su libro.
«El pasado viernes 13 de agosto, presenté el libro «Emboscada siniestra» de mi autoría en la Sociedad Italiana de Ceres, una obra que trata, entre otras cosas, de historias de los orígenes ceresinos, y que abarca los últimos años del siglo 19.
Acepté de buen gusto hacer la presentación en ese lugar por invitación y auspicio del gobierno municipal.
No había llegado aún, cuando me entero de un feroz ataque hacia mi persona organizado por una referente local del absurdo, que actuaba acatando instrucciones de «Abuelas de plaza de mayo» y contaba con el apoyo de 4 o 5 «amigos de trinchera» (por llamarlos de alguna manera), nunca pudieron ser más de eso.
El ataque hacia mí se organizó por haber sido abogado de una persona injustamente acusada y condenada por delitos ocurridos en el período 1976/1983, un hombre al que siempre consideré y considero inocente, pero aunque así no fuera, yo solo fui su abogado.
Con su ataque y amenazas de un escrache, la referente del absurdo consiguió que el municipio retirara su auspicio, cuando yo ya estaba en Ceres, después de viajar desde Buenos Aires, no obstante que se mantuvo el lugar y demás condiciones para la presentación del libro que fue un éxito, y que tuvo una nutrida concurrencia.
No conforme con el retiro del auspicio municipal, la referente del absurdo, el jueves 12 a la mañana dedicó un programa radial de 50 minutos para atacarme pretendiendo denostarme, llegando a exigir a las maestras que no fueran a la presentación de mi libro, pidiendo lo mismo a la población.
Más allá del sinsabor de soportar un injusto y absurdo ataque, todo esto terminó siendo una promoción publicitaria de «Emboscada siniestra», y en lo personal, me quedo con la muestra de afecto y solidaridad de los ceresinos, que no sólo no entraron en el juego propuesto sino que he recibido numerosísinas muestras de afecto y apoyo, y de evidencias que expresaban la indignación por el ataque de que fui víctima.
Me queda también el sabor amargo de ver que dos amigos de la adolescencia no me advirtieran del ataque que se organizaba en mi contra, acerca del cual no tengo dudas que estaban enterados cuando se empezó a pergeñar.
Me duele la hipocresía de un conocido periodista que hasta me pidió que le autografiara el libro, con el cual conversé amigablemente no menos de dos horas en la tarde del jueves 12 y ni siquiera me comentó del programa radial de 50 minutos que se me dedicó y del cual participara.
Me entristece haber sabido por boca de un tercero que alguien que no pertenece al círculo del absurdo, fue la única persona que compartió en redes sociales la nota del gobierno municipal donde se me retirara el auspicio, se trata de alguien que yo no esperaba solidaridad, pero tampoco un ataque, alguien a quien puedo llamar «tu viejo rencor».
Pero como dijera,me queda la alegría de sentirme apoyado por la gente de mi patria chica, por eso, GRACIAS CERES, ¡MUCHAS GRACIAS CERESINOS!«
