El 8 de junio, el Hospital Ceres recibía el resultado positivo de un transportista que habia regresado del AMBA, y por síntomas compatibles con la enfermedad COVID 19, habia sido hisopado. El hombre, cuando arribó a Ceres, habia presentado fiebre, y su estado hizo sospechar que podia tratarse de coronavirus. Asi fue. Cuando ya se habian descartado más de 20 casos, todos sospechosos con hisopados que habian vuelto al hospital como negativos, la estadistica ponía el ojo en Ceres, una de las ciudades del norte provincial que habia aguantado varias semanas sin casos afirmativos de Covid. Pero 24 hs después, se sumaba el segundo caso, la pareja del transportista que llevaba adelante un embarazo y habia estado horas antes en un consultorio para una observación de obstetricia. En 48 hs el personal del hospital Ceres se movió rápido, llevando adelante los protocolos que estaban escritos, pero que jamás hasta el primer caso se habian puesto en «marcha». Hubo que aislar a muchas personas, algunos en el acomodado centro de aislamiento, y otros en sus domicilios.

Se reforzaron los controles y la campaña del quedate en casa parecía reflotar con fuerza, ya que en el momento de la aparición del primer caso, Ceres ya transitaba una fase de distanciamiento social. Pero, cuando todo estaba controlado, una madre y su hija, llegaron al hospital con sintomas de covid 19. Un día después los resultados de laboratorio confirmarían la sospecha, y serían positivas de coronavirus. Tambien se aisló a muchos ceresinos que habian tenido vinculo con ambas mujeres, que tenian a su cuidado personas adultas mayores. Una de ellas al trabajar de delivery en una rotisería, se convirtió en nexo epidemiológico de todos los infectados que fueron confirmandose dia tras día. Mujeres y hombres que habían mantenido contacto con ella, fueron positivos, y a su vez, cada infectado con sus contactos también fueron puestos en aislamiento domiciliario. En medio de la ola de infectados por este cluster, llegó el resultado positivo para un médico de la ciudad, uno de los primeros profesionales de la salud en infectarse en toda la provincia. Su cuadro obligó primero a ser internado en el area covid del hospital, como ya lo habian hecho otras cuatro personas. El médico, y otro paciente con comorbilidades fueron trasladados al hospital Cullen de Santa Fe, siendo los dos primeros pacientes de la provincia en ser atendidos en el área covid del hospital capitalino. Dias después otro hombre, por su complejidad fue derivado al Jaime Ferre de Rafaela, y tres pacientes seguían internados en el hospital Ceres. A esa altura de junio, Ceres ya era la ciudad del norte provincial, junto a Villa Ocampo la ciudad con más de 15 infectados. La fase 4 estaba vigente cuando apareció otro joven, y el cuarto cluster de infectados por coronavirus. Con el joven fueron positivos su novia, y dos familiares de la misma.

La triste noticia llegaba con el fallecimiento de uno de los dos hombres derivados en el Cullen que a pesar de tratamiento con plasma no resistió. Asimismo, el personal del hospital y la comunidad ceresina, saludaba a las pacientes que recibian el alta médica, las internadas en el hospital, todos los infectados del segundo cluster, incluidos el médico y el paciente internado en Rafaela, quienes cumplieron los días siguientes cuarentena en su domicilio. El caso 20 de coronavirus, se trató de una mujer, que contrajo coronavirus siendo personal administrativo del nosocomio público. En el medio, la quincena de fase 1 en la ciudad, y las fuertes complicaciones económicas que acarreó el instaurar una fase restrictiva tras haber sido la ciudad más antigua en aplicar cuarentena estricta. Todos los pacientes se recuperaron a principios de julio, y todos fueron dados de alta definitiva. Hasta que a fines de julio, y cuando la fase de distanciamiento social estaba en pleno apogeo, un transportista tuvo sintomas de covid tras regresar del norte del pais, y certificó positivo de coronavirus. El total de positivos desde el 15 de marzo, primer dia de cuarente estricta en la ciudad, y cuando ya pasaron 147 días de controles prohibitivos, es de 21 casos. Uno de ellos fallecidos. Más de 80 con resultados negativos. Y seguramente, sospechosos, y probablemente positivos los seguirá habiendo. La escalada de curvaa e contagios en el pais se acelera, y será agosto un mes clave para poder ver ese pico máximo de contagios y la desaceleración del coronavirus. Ceres ha tomado experiencia en su personal sanitario para pelear la pandemia. El protocolo de actuación ya se aplicó, y no solo lo leyeron en un escrito. La práctica ha hecho crecer al personal hospitalario. Tal vez, y por los casos que se han dado positivos en la ciudad, haya tranquilidad entre los ceresinos, que el hospital está preparado para pelearlo al Covid en caso de rebrote. Desde aquel 15 de marzo, varias cosas han ido recuperando la normalidad, la nueva, en materia de actividad. Todavia quedan algunos rubros fuera de ese ritmo que tenian antes del 15 de marzo. El barbijo, el lavado de manos de manera más frecuente, el uso de artefactos para sanitizar, y productos que algunos hasta desconocían ahora son cosa de todos los días. Aunque algunos todavia resistan ver el impacto de la pandemia, el coronavirus ya ha hecho lo suyo. Hay una «nueva» normalidad en la ciudad, cuesta aceptarla, somos reticentes a entender las medidas preventivas, pero las mismas son una realidad. Ingresos cerrados, controles en los ingresos, menos tránsito en las noches, menos comercios nocturnos abiertos, los turnos para asistir a una misa, reuniones de amigos limitadas y controladas, sin fútbol en los clubes, protocolos para hacer muchas cosas que antes las haciamos de otra manera, asi han cambiado las cosas por la ciudad, y aunque también cueste aceptarlo, muchas de ellas han llegado para quedarse por mucho tiempo.

Martin Farias