En una semana colmada por la campaña politica hacia el 16 de Julio, hay un impasse, el que propone un recreo mínimo en medio de tanto fragor político. Ceres, junto a sus hermanas directas, Selva y Hersilia, cumple 131 años de su fundación.
Este aniversario, impuesto como relevante desde hace poco tiempo atrás, antes se celebraba todo junto el día de las fiestas patronales, impone un mirar hacia atrás, pero tambien hacia adelante.
En cada campaña politica, se promueven logros, y se apunta con lápiz grueso la promesa de avanzar en lo no logrado. Esto se ha venido sucediendo desde el momento mismo de la fundación de la ciudad. Y no estamos apelando a la historia en particular, muchos saben como se gestó el inicio de esta comuna allá por 1892. La verdadera historia es siempre la que uno mismo forjará. Es complicado romper los lineamientos de la historia convencional, y apuntar al futuro mismo como historia. Es que los historiadores citarán claramente que historia se trata de lo que pasó. Bien, ahi vamos.
Ceres ha venido lentamente forjando a cuenta gotas una historia de progreso en muchos aspectos, se cuentan estos 131 años a partir de lo conquistado, pero no cabe ninguna duda que han ido quedando muchas cosas en el tintero, y que esas mismas cosas son parte de las campañas politicas año tras año. Las culpas de los logros y desaciertos son de todos quienes han gobernado la ciudad. No hay ninguna discusión al respecto. Pero es un desafío inmenso apuntalar el futuro inmediato con las cuestiones que han quedado siempre a resolver y que ahora es el turno de quienes pretenden ocupar espacios en las instituciones politicas. Los que pasaron ya pasaron, la historia los juzgará.
Ceres no se ha podido reponer nunca de los cierres de sus plantas fabriles más importantes. Cuando se marchó el molino, lo siguió décadas más tarde el Ferrocarril, la planta de lácteos Sancor, y le fue dificil reponerse a ese impacto. Ceres no pudo resolver ese problema que dejó miles de trabajadores sin empleo. Aquel shock destruyó el porvenir de cientos, y la política que vino jamás lo resolvió. Acumuló en pocos rubros a los trabajadores privados, y aumentó la informalidad laboral. El municipio, y otras muy pequeñas pymes del sector comercial concentraron, y lo siguen haciendo, la mayor cantidad de mano de obra local.
Es que a números claros, no hay posibilidades que esta ciudad se convierta en un polo de inversiones privadas en lo inmediato. No lo hay por muchos motivos, primero porque no ofrece un lugar concreto de asentamiento a la pequeña o mediana industria, no cuenta con una promoción industrial, ni tampoco con las obras de infraestructura para hacerlo. Es claro que en 131 años la Ciudad puede haber crecido demográficamente, podemos ser algo más de 15500 personas como contó el último censo, pero las posibilidades son cada vez menores. Temas que competen a la politica, y los políticos.
Hace algunos dias, la propia Intendente reconocía que el 70% de las calles en el casco urbano ceresino aun siguen siendo de tierra, ripio o arenado. Que además, se agrega otro aditamento que explica el desaliento de quedarse, todavia se carece de energía en muchos lotes que pueden ser asentamiento habitacional, y que los mismos ofrezcan servicios mínimos como agua potable o cloacas. Es evidente que ante esta realidad, las cuales no son solo números fríos, la ciudad sigue careciendo de servicios vitales y minimos para alentar a cualquiera que quiera radicarse en esta localidad.
Es probable que muchas de estas obras que faltan no dependan exclusivamente de los recursos económicos municipales, no tenemos ninguna duda al respecto, pero habrá que replanificar las gestiones ante los entes que puedan achicar esta brecha entre ciudades como la nuestra, pero que están asentadas en el sur provincial. No alcanza solo con tener una ruta importante que pase por el frente, o con pensar que todos nos miran como una linda parada de paso. Se necesita poner en serio el progreso por encima de las disputas personales.
Cumplir 131 años permite mirar hacia atrás, tal vez puntualizar que ha habido logros, tomando la línea de tiempo, tal vez en el momento que se consiguieron esos avances fueron relevantes e importantes, pero que hoy a la distancia, nos han quedado muy lejos de las necesidades actuales.
Es bueno que este impasse sirva para que los politicos en campaña puedan apuntalar en sus cuadernos de campaña que hay desafíos muy importantes, que son relevantes para asegurar un futuro promisorio. El chusmerio de conventillo está genial para ocupar espacios radiales, o querer establecer grietas entre los fanáticos de turno, pero no dan resultado al momento de pensar en quedar en la historia más grande. Esa misma historia que hoy recuerda a los que apostaron mucho más allá de sus ideologías a un Ceres cada vez más pujante. No sirve a estas alturas basarnos solo en las diferencias, en algún momento habrá que dar un salto cualitativo institucional, con quienes están dentro de estas instituciones, demostrar estar a la altura de las circunstancias. Si no pasa eso, la historia los juzgará como quienes no pudieron mirar más allá de sus narices.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS CERES, mereces mucho más, tanto, como lo que planificaron tus primeros pobladores!
MARTIN FARIAS