Durante estos días, las noticias vuelan. De todo tenor, pero las que principalmente se ponen en «relieve» son la economía, y la seguridad. No caben dudas que ambas áreas ganan por goleada a todo lo que se les cruce.
En este contexto, y remontando desde Nación a provincia, y por ende a lo local, todo queda dentro del mismo esquema, pero con matices diferentes. Está claro que a veces una cosa viene muy atada a la otra, hay una verticalidad que es dificil superar. No se puede avanzar si la estructura por encima, no toma la misma decisión.
En lo económico, que es en lo que nos enfocaremos, la cosa pinta dificil. Y hay motivos para entenderlo. El presidente viene de un reves en Senadores con su DNU, pero en Diputados la Oposición no consigue los votos para tumbarlo definitivamente. Es decir que mientras esto pase, el DNU seguirá vigente como hasta hoy. El recorte de «motosierra» como programó el presidente no se detiene. Hay despidos por doquier, y oficinas que se cierran a mansalva. Es obvio que Milei no buscó en su proyecto gubernamental mejorar ninguna repartición eliminando «ñoquis» o con menos burocracia, «su formula única e indiscutible era cerrar». En sintesis cumplió su palabra de campaña. Seguirá en esa tónica, hasta que el deficit cero, sea una realidad. Se verá.
Pero esas decisiones trastocan la estructura a la que haciamos referencia más arriba. Mientras el presidente recorta gastos, y pide a los gobernadores e intendentes austeridad, en algunas provincias y municipalidades, la cosa viene a contramano de ese mensaje. Inclusive en áreas donde arriba ya no hay más nadie, provincias y municipios sostienen esas mismas carteras que vaya a saber uno, que pasará en el futuro inmediato. Que harán, que programa impulsarán, o a que telefono llamarán en Nación cuando deban buscar apoyo o financiamiento. Pero bien, todo esto, como todo lo que sucede es netamente «político». Nada de lo que pasa en el día a dia de todo el pais, está desatado de la tan mal vista «política».
Lo sostuvo el Jefe de Gabinete municipal, hace pocos dias atrás en una entrevista radial con Máxima FM, «la política es la herramienta para solucionar los problemas de la gente, y la única que nos permite acelerar o disminuir el ritmo de una gestión. La gente si no le gusta vota cada dos años, y ahi refleja su apoyo o desapego». Nada más para discutir, asi se entiende como viene todo lo que se hace y no se hace. Nadie es «apolítico». De donde salió eso?. Quien cree que hay gente en la política, que no quiere hacer política?- Hay que cambiar urgente esa percepción de que el pais, transita su actualidad en manos de un «apolítico». Eso es mentira.
Pero hacer política permite negociar, imponer ideas, debatir. Si no se hace eso, se incurre en un error. Lo mejor que pasa en estos tiempos por el lado nacional es que «Milei quiere hacer esto, pero debe hacerlo, aunque el no lo quiera, negociando con Dios y con el Diablo. Es que asi son las cosas. De acuerdo a los resultados se analizará si se negoció bien o se negoció mal». Pero esto, cambia rotundamente, cuando el que gobierna tiene grandes mayorias parlamentarias. Se pierde la percepción de que hay proyectos, o realidades que pueden ser mejoradas con la «mirada» de otros. Tener mayorias absolutas es tan o más dañino que tener una oposición fuerte. Porque hay que edulcorar y abrir juego. Pero para hacerlo hay que tener «tacto» politico. No hay que caer en la banalidad de abrir una escribania en el poder legislativo. Porque a la larga, estamos en esta situación, a 41 años de democracia por creer que los que tenian las luces prendidas eran los oficialistas solamente, y producto de esa percepción, atravesamos una de las peores crisis económicas, y sociales educativas de toda nuestra historia. Y lo hizo la política, conducida por los políticos que les tocó ser elegidos para administrar los recursos de todos.
Entonces, plantados en ser mejores «politicos» hay que aprender la formula uno del politica en mayoria, «saber abrir el debate, saber interpretar el mensaje de las minorias, y poder defender la idea propia». Si no sabemos la tabla del uno, dificilmente podamos aprobar matemáticas.
No hay que confundir «respaldo» del voto por tener más bancas que el otro. El votante vive un dia a dia. Hay fanáticos por supuesto, los hubo siempre, y los seguirá habiendo. A los fanáticos, la ceguera no los deja ver nada. Pero el respaldo del ciudadano «votante» no siempre es el mismo. A veces hay que pararse a escuchar lo que dicen las minorias, no hay que salir al cruce de quien apoyó, «pero ahora», ve que se pueden hacer las cosas distintas. No hay que encasillarse en creer que lo mio es lo mejor, y lo hago porque la mayoria me votó. Esto no es asi. La gente vota cambios que le mejoren la vida, no vota politicos que la hagan de dictadores. Y a veces las mayorías absolutas, confunden, oxidan la estructura propia, y hasta hacen cometer errores que electoralmente tarde o temprano se pagan caro. Hay pruebas más que notorias de eso, en Nación, la provincia, y en los municipios.
En las últimas semanas se han dado, principalmente en nuestra ciudad, algunas cuestiones que han llevado a tener que parar para escuchar. No hay que pararle la oreja a los politicos opositores, porque su mirada no cambiará y son opositores, pero la gente dice cosas, y no hay que ignorarlas. La cuestión económica está en ebullición, en todos los sectores de la sociedad. Comercios, escuelas, lo financiero, y la casa propia. Cuando el panorama está nublado, hay que esperar que aparezca el sol. Y hay que empezar a desmitificar que siempre hacer menos es malo. Lo que cuenta es hacer lo que realmente impacte socialmente. Los recursos económicos actuales son finitos, y hay que convertirse en Mandrake para optimizarlos. Es un desafío, el que eligió la gente para que los políticos de hoy, puedan afrontarlo. Hay mandamientos políticos que son ineludibles y está siempre bueno poder repasarlos. Estar a la altura de las circunstancias es fundamental en tiempos como los de hoy, no hay que avanzar para que lo que se quiera hacer quede prisionera en la ventana de un derroche.
Y remarcando lo que viene, habrá muchos vecinos que desfilarán hacia las oficinas de la empresa de la energía para poder seguir teniendo luz. Buscarán planes de pago. A muchos no les alcanzará y quedarán a oscuras. Las facturas han llegado con aumentos siderales. Asi como tambien, se verán cada vez menos changuitos de mercaderias llenos y muchos yéndose a dormir con panza vacía. Hay contexto para todo, y este es el que tenemos hoy, no hay que ir a ningún lado para verlo, solo hay que abrir la puerta de la casa.
MARTIN FARIAS