«Mi alma se quebró, aunque no lo conociera, mi corazón se desgarro! Entonces bueno, en base a eso sale este dibujo »

Lorena Aimar, nacida en Porteña, provincia de Córdoba, pero actualmente reside en Villa manzano, provincia de Río Negro, «vivo con mi marido y mi hija de 9 años».

Esto del arte surge de una manera muy espontanea, ya que si bien de chica siempre dibujaba, nunca me enfoque en eso, pero en el 2020, durante la pandemia, se empieza a despertar esto donde arranco pintando objetos y finalmente enfocada en lo que siempre me gusto, los rostros, donde desde entonces realizo cursos y demás para poder llegar a esto que plasme, al realismo.

Hace un tiempito estaba pensando en reflejar algo que yo sienta, ya que si bien no vivo plenamente de esto, los que hago son siempre a pedidos. Y bueno, surgió este tema, Lucio, una historia que yo creo que nos conmovió a todos y que a mi en lo personal desde el día que supe de lo sucedido, mi alma se quebró, aunque no lo conociera, mi corazón se desgarro! Entonces bueno, en base a eso sale este dibujo con la dicha y el objetivo de dar un poco de consuelo y esperanzas a sus abuelos, para recordarles que este dulce niño nunca más va a estar solo, desamparado, desprotegido, porque hoy está al lado de nuestro Padre.

Aprovecho y destaco a Mateo 19:14, donde Jesús dijo: «DEJEN QUE LOS NIÑOS VENGAN A MI, POR QUE DE ELLOS ES EL REINO DE LOS CIELOS » y LUCIO ya no sufre, Jesús sanó todas sus heridas, las de su cuerpo y las de su alma, el limpio todas sus lágrimas y está feliz en sus brazos! Yo lo sé y creo en su promesas y en este dibujo quise representarlo, ver con otros ojos esta historia. Y concluyo diciendo que la justicia social deja mucho que desear, pero que la justicia divina NO. Él esta en paz. Muchas gracias, y quedo a tu disposición.»