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Un hombre que podrá descansar en paz: Murió Hermes Binner, un político que hizo de su carrera, un legado

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Hermes Juan Binner (77 años) quedará por siempre en la historia de la política. Como lo fue Lisandro de la Torre, pero en este caso en la política santafecina. En el año 2007, Binner se convirtió en el primer dirigente socialista que llegaba a gobernar esta provincia. Ese mérito trascendió más allá de las filas partidarias porque su triunfo terminó con 24 años de administraciones justicialistas desde el retorno de la democracia, en 1983. Fue, además del 82° mandatario santafecino, el que abrió la puerta para que otros de sus dos grandes amigos de militancia, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, lo sucedieran ocupando el sillón del brigadier general Estanislao López.
Nieto de inmigrantes oriundos del cantón suizo de Valais y criado en una familia santafesina con inclinaciones musicales, cursó la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), por la que en 1970, tras nueve años de estudios, se tituló con la doble especialidad de Anestesiología y Medicina del Trabajo. Su primera residencia fue en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde fungió de anestesista pediátrico. Posteriormente ejerció en la sanidad pública, con consulta en los barrios obreros de Rosario, en paralelo a una actividad gremial en el Colegio de Médicos y en la Asociación Médica de Rosario.
Aún en la escuela, en los años del Gobierno del radical Arturo Frondizi, despuntó su militancia política en el dividido movimiento socialista. Binner dio sus primeros pasos en el Partido Socialista Argentino (PSA), que lideraban entre otros Alfredo Palacio y Alicia Moreau de Justo. El PSA era el ala izquierdista, con inclinaciones revolucionarias, separada en 1958 del sector moderado y abiertamente antiperonista del viejo PS, el cual dio lugar a su vez al Partido Socialista Democrático (PSD).
En 1972, el PSA, tras sufrir un reguero de escisiones marxistas, maoístas y trotskistas, se fusionó a otros grupos afines. La formación resultante se llamó Partido Socialista Popular (PSP) y Binner figuró entre sus organizadores. Aún en la escuela, en los años del Gobierno del radical Arturo Frondizi, despuntó su militancia política en el dividido movimiento socialista. Binner dio sus primeros pasos en el Partido Socialista Argentino (PSA), que lideraban entre otros Alfredo Palacio y Alicia Moreau de Justo.
El PSA era el ala izquierdista, con inclinaciones revolucionarias, separada en 1958 del sector moderado y abiertamente antiperonista del viejo PS, el cual dio lugar a su vez al Partido Socialista Democrático (PSD). En 1972, el PSA, tras sufrir un reguero de escisiones marxistas, maoístas y trotskistas, se fusionó a otros grupos afines. La formación resultante se llamó Partido Socialista Popular (PSP) y Binner figuró entre sus organizadores.
En la década de los ochenta, vía concurso de méritos profesionales y académicos, Binner desempeñó los cargos de subdirector y director en diversos hospitales de la red pública de la Provincia de Santa Fe. En diciembre 1989 su carrera médica se orientó a la función administrativa al ser reclutado por la Municipalidad de Rosario para encabezar la Secretaría de Salud Pública. El cargo le fue ofrecido por el nuevo intendente de la ciudad, Héctor José Cavallero, antiguo compañero de estudios en la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR y luego colega de militancia en el PSP, el cual, por su parte, abrió una era de colaboración con el PSD en la alianza Unidad Socialista. Como secretario de Salud de Rosario, Binner diseñó un innovador modelo sanitario que mereció el elogio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y puso en marcha el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (Cemupro), entidad dedicada al estudio y elaboración de políticas públicas locales de corte progresista.
Pero el mayor desafío sería reformar la Constitución provincial, que no debiera tener como eje de discusión la uni o bicameralidad de la futura Legislatura (la actual tiene dos cámaras), sino facilitar la transparencia en el ejercicio de los derechos de los santafecinos. El debate se instalará el próximo año, pero Binner sabe que no será un trámite sencillo su habilitación, ya que si bien el Frente Progresista posee mayoría en Diputados, exhibe minoría en el Senado.
Allí se verá la muñeca de los socialistas. Esto es tan real como la sinceridad que exhibió horas atrás el gobernador, al reconocer que el juicio que el Grupo Suez le planteó a la provincia/ nación ante el Ciadi está a punto de concluir y que podría resultar desfavorable. «Es una situación que se arregla con plata», apuntó.
El último compromiso resultó un acierto. Cuando el conflicto con los tamberos parecía dispararse hacia el total enfrentamiento, logró atraer la atención de las partes. El acuerdo de Santa Fe fue la base de la reciente recomposición de las relaciones y la garantía de diálogo por los próximos seis meses.

REPASO FAMILIAR}
Así, tal como la prensa local se encargó de revelar, tres de sus cinco hijos (el fruto de dos matrimonios), Carolina, María Laura y Varinia, se desempeñaban en el aparato sanitario de la administración municipal, la primera como responsable en la Dirección Primaria de la Salud y las otras dos como jefas de sección en sendos hospitales públicos. Dos yernos, continuaban los informes periodísticos, ejercían en el área de Vivienda y en el Banco Municipal de Rosario. Por otro lado, su propia esposa, Silvana Neris Codina, arquitecta de profesión, tenía relación profesional con un estudio contratado habitualmente por el Gobierno provincial en licitaciones para levantar equipamientos médicos y educativos. Codina, además, asesoraba al Gobierno en cuestiones arquitectónicas, si bien se trataba de un servicio no retribuido. Distintos sectores de la oposición, en particular el peronismo, criticaron a Binner por dar rienda suelta al «nepotismo» en Santa Fe.
En 2015, la prensa descubrió a María Soledad Delgado, de 36 años, politóloga y funcionaria de la provincia de Santa Fe, como la pareja de Hermes Binner. Una foto en Mar del Plata confirmó el affaire. Delgado, que estudió Ciencia Política, fue la responsable de la delegación del gobierno de la provincia de Santa Fe en la ciudad de Buenos Aires. Llegó a tierra santafecina de la mano del actual gobernador, Antonio Bonfatti, y trabajó en la Secretaría de Regiones, Municipios y Comunas. En el 2004 publicó un ensayo sobre las elecciones de 2003 en Rosario y Santa Fe, en el libro “El voto liberado “, de Isidoro Cheresky e Inés Pousadela (Editorial Biblos). También fue profesora de Teoría de la Opinión Pública, en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral.

José E. Bordón