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UCR Evolución: El manifiesto evolución con Michlig, Lousteau y cientos de mandatarios y legisladores del partido

Las argentinas y los argentinos estamos cansados de historias que se repiten, agotados de ilusionarnos sólo para volver a decepcionarnos. Estamos cansados de estar cansados.
Cuando uno está tan agobiado todo parece más difícil de lo que es. Y esa desesperación nos frustra, nos enoja, nos vuelve cortoplacistas, cultores de la inmediatez, sensibles a las recetas vacías.
Debemos resistir ese pesimismo para concentrarnos en las alternativas reales que sí tenemos como sociedad.
El desafío que afrontamos es complejo porque el contrato del Estado con la
sociedad está roto. Revertirlo llevará mucho trabajo y tiempo. Y por eso, no se puede demorar ni un minuto más.
Necesitamos un diagnóstico claro y sincero, con propuestas concretas. Y eso es lo que ofrecemos a la sociedad. Junto con candidatos y candidatas a lo largo y ancho del país que entonan una misma melodía, que poseen vocación, capacidad para gestionar, comunicar y convencer a nuestros compatriotas sobre el rumbo que proponemos.
Queremos una sociedad moderna y de iguales. Ni moderna para pocos ni iguales
en la mediocridad. Y para eso es imprescindible reconstruir un Estado riguroso en la administración y sensible en sus prioridades.
Ningún país ha podido progresar y mejorar la calidad de vida de sus habitantes de manera sostenida si su Estado funciona cada vez peor. Y esto es lo que nuestro país está padeciendo. Pero tampoco sin Estado. El desafío es reconstruir nuestra Nación refundando nuestro Estado con otra cultura política.
Digámoslo así: nuestro Estado es gigante, lento y sin fuerza. Gasta cada vez más plata pero tan mal que no solo no resuelve los problemas sociales sino que los agrava. Y cobra tantos impuestos que ahoga la producción.
Y ese gigante lento y sin fuerza, forma parte de un mundo cada vez más dinámico y flexible, cada vez más competitivo y complejo. Tenemos que entender que dentro de cada bien y servicio que producimos y vendemos en el exterior está la política y el Estado. Cuando alguien exporta, también exporta el costo y la calidad
de nuestro Estado, de nuestra leyes y regulaciones, de nuestros debates y de nuestra cultura política.
Estamos obligados a rediseñar el Estado para que sea más eficiente: productivo en sus gastos y productivista en cuanto al entorno que brinda. Que resuelva mejor la enorme deuda social y que aliente a quienes todos los días ponen su esfuerzo personal y sus recursos para producir en nuestro país.
El objetivo es regenerar una sociedad respetuosa de sí misma, orientada al desarrollo, con pisos, sin techos, en la que nadie se sienta afuera ni tenga obstáculos para su progreso. Ese es el Estado que le fue robado a la clase media de nuestro país, que paga cada vez más impuestos y recibe cada vez menos. Eso vale para todos quienes hoy son de clase media pero también a quienes podrían serlo pero condenamos a la pobreza por la acumulación de malas políticas.

La impotencia de ese Estado para transformar la realidad se explica en gran medida porque hay una gran rapiña sobre el mismo. Quienes tiene algo de poder intentan y logran apropiarse de lo que es de todos. Y esto vale para la propia política, para tantas empresas que hacen negocios sólo con el Estado, para muchos sindicatos y también para algunos medios y otros factores de poder.
Es hora de redescubrir lo esencial en la práctica política: servir y no servirse. Trabajar para transformar la realidad. Recuperar el coraje de atravesar la incomodidad que implica reformar lo que urgentemente debe ser cambiado.
Nuestros adversarios son aquellos que están cómodos con esta Argentina cada vez más injusta.
La mayoría silenciosa, honesta y trabajadora que acumula años de frustraciones, crisis y desilusiones necesita una política que esté a la altura, preparada para dar respuestas y soluciones. Con valores y con el compromiso de transpirar a la par de ellos.
Somos un espacio federal con equipos, referentes y candidatos en todas las provincias. Eso nos permite conocer y escuchar lo que hace falta en cada pueblo, ciudad, y en todo el país.
Nuestro partido gobierna y muy bien tres provincias, alberga a centenares de buenos intendentes, varios rectores y vicerrectores, e innumerables funcionarios a nivel local. Queremos visibilizarlos en todos lados: ellos y no la superestructura serán los motores del verdadero cambio, interno y externo.
Llevará tiempo y constancia. Pero si vamos por el buen camino en lugar de dejarnos tentar por el hartazgo y los atajos, vamos a ver las mejoras antes de lo que creemos. Y, más importante aún, tendremos la certeza de estar haciendo lo correcto: aquello que les dejará a las siguientes generaciones un país mejor.
NUESTRAS REGLAS
Evolución es un espacio que nace con vocación transformadora de la realidad, y con el objetivo de contribuir con la gestación de un nuevo radicalismo. Uno que tenga una visión nacional, diagnósticos claros, capacidad de gestión, y visión federal.
Venimos a debatir la lógica de un partido que se había cerrado, que en muchos lados está cómodo siendo oposición. Y que a nivel nacional es percibido más como un partido parlamentario que como uno ejecutivo, lo cual se aprecia
claramente en las últimas cinco elecciones presidenciales, en las que nuestro partido no tuvo la capacidad de construir una candidatura con aspiraciones reales. Trabajamos para proponer en 2023 los mejores candidatos en cada uno de los distritos y a nivel nacional, para hacer un radicalismo más grande y mejor; y un
Juntos por el Cambio superador de experiencias anteriores. Por todo esto, en Evolución tenemos ciertos principios que aplicamos y defendemos fuertemente:
● Incorporamos nuevos referentes y favorecemos esquemas que permitan su
crecimiento.
● Creemos que todos los liderazgos son desafiables y que las PASO son
siempre el mejor método de selección de candidatos.
● Sostenemos que quienes fueron avalados por el voto de la sociedad
merecen y deben ocupar lugares de representación institucional y
partidaria.
● Fortalecemos a los radicales con potencial y le damos acompañamiento
nacional a su desarrollo como dirigentes.
● Enfrentamos la misóginia estructural que hoy persiste en el partido y
luchamos por una plena igualdad de género y ampliación de derechos.
● Promovemos políticas de cuidado del ambiente, energías limpias y la lucha
contra el cambio climático.
● Impulsamos la participación protagónica de jóvenes.
● Y, sobre todo, fomentamos una discusión más rica sobre el diagnóstico, las
propuestas realistas y la formación de dirigentes para gestionar con una
visión innovadora, transparente y en diálogo entre lo local, lo provincial y lo
nacional.