Parte del agro argentino está experimentando una transformación alentadora gracias a las recientes lluvias que han caído en la región pampeana. Para muchos productores, estas precipitaciones marcan un punto de inflexión que ha inyectado un nuevo sentido de entusiasmo en la comunidad agrícola, según reveló un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, que arroja luz sobre cómo estas lluvias impactaron en el trigo y el maíz.
El renacimiento del trigo
Después de un período de sequía que había dejado al trigo en un estado crítico, las lluvias recientes han cambiado el panorama. Los cuadros de trigo que anteriormente mostraban signos de amarillamiento temprano y pérdida de plantas ahora están experimentando una recuperación. Los técnicos temían que se repitiera una mala cosecha, similar a la del año pasado (2022/23). Sin embargo, la llegada de estas lluvias ha renovado la esperanza de una cosecha más prometedora.
El informe revela que, del millón de hectáreas sembradas con trigo en la región, el 31% se encuentra en muy buenas condiciones, el 60% en condiciones buenas y solo el 9% se mantiene en estado regular. Esto representa un cambio significativo, ya que los cuadros regulares han disminuido en un 13%, mientras que los muy buenos han aumentado en un 21%. Aunque los rendimientos potenciales aún pueden variar según las condiciones locales, se espera que la cosecha de trigo supere los 35 quintales por hectárea, lo que marca un progreso notorio desde la situación anterior.
El maíz temprano recupera terreno
El maíz temprano, que había enfrentado dificultades en la temporada anterior debido a la falta de agua, está experimentando un renacimiento. Gracias a las lluvias de principios de septiembre, se prevé que el maíz temprano represente el 90% de la siembra total de maíz en la región, en comparación con el 10% del año anterior (2022/23).
La decisión de sembrar maíz temprano se ha convertido en la preferencia de muchos agricultores, incluso en detrimento del maíz tardío. Esta transición se ha observado en diversas zonas, como Corral de Bustos en el sudeste cordobés. El informe señala que la seguridad del maíz frente a la soja ha motivado a los agricultores a mantener o incluso aumentar la superficie de maíz en algunas áreas. La siembra de maíz temprano está programada para comenzar la próxima semana, y se espera que la proporción de maíz temprano/tardío se incline hacia el primero.
Variabilidad en las precipitaciones
A pesar de estas buenas noticias, no todas las regiones han experimentado el mismo alivio. El noroeste argentino (NOA), la mayor parte de Córdoba, La Pampa, el centro y norte de Santa Fe, y la mayor parte de Buenos Aires aún enfrentan sequías sostenidas. Esto ha llevado a preguntas sobre si el fenómeno climático de “El Niño” está en juego.
El consultor Alfredo Elorriaga explica que, técnicamente, el fenómeno de El Niño se ha consolidado en el Pacífico Ecuatorial Central desde junio de 2023, pero sus efectos sobre las lluvias en la región pampeana han sido limitados durante el invierno. Se espera que su influencia sea más pronunciada en la temporada cálida de Argentina.