Los restos del joven tostadense fueron escoltados por bomberos y una multitud en reconocimiento a su decisión altruista de ser donante de órganos. El coche fúnebre fue acompañado desde la entrada a la ciudad hasta el Cementerio San Salvador donde descansara considerado como un héroe.
Tostado, conmovido por lo hecho por la familia Correa, de donar los órganos de Brian, quiso reconocer ese gesto y por eso se acompañó el largo recorrido del coche funebre hasta la última morada del joven Brian Correa.
Los directivos de la escuela especial 2039 de Ceres también despidieron a Brian con una foto de su niñez, y sentidas palabras de descanso eterno.