El presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció este martes el «refuerzo de fuerzas federales hasta alcanzar los 1.400 efectivos disponibles» para Rosario y la utilización del Ejército, a través de la compañía Ingenieros, para «la urbanización de los barrios populares» de la ciudad del sur de la provincia de Santa Fe.
La medida se toma a días del brutal crimen de Máximo, niño de 11 años, y de las impactantes imágenes que dejaron el desalojo de una familia ligada a la venta de drogas en Empalme Graneros y los posteriores destrozos por parte de vecinos.
«Rosario nos necesita», sostuvo el residente en un mensaje grabado desde la residencia de Olivos, en el que anunció una serie de medidas para la ciudad gobernada por el intendente Pablo Javkin.
El mandatario aseguró que su gobierno busca «tener una mayor eficiencia en la lucha contra el lavado de activos y que se sumarán cámaras de reconocimiento facial en Rosario», una ciudad que -dijo- «no merece vivir en una situación» como la actual, al anunciar medidas para combatir el crimen y el narcotráfico en ese distrito en un mensaje grabado y difundido a través de redes sociales.
«Entre todos vamos a hacer justicia. No permitiremos un solo acto más de impunidad. Vamos a ponerle fin a la violencia criminal de los sicarios. Ninguna red de mafiosos puede contra la fuerza de todo un pueblo», dijo Fernández.
El propio ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, estará este miércoles en Rosario para controlar el despliegue de las fuerza. Mientras que el gobernador Omar Perotti firmará un convenio con la UIF para instalar una delegación el territorio rosarino.