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Tiempos modernos: En los últimos 10 años, nacieron un 40% menos de bebes en todo el país

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Un estudio reciente del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral reveló un dato alarmante: desde 2014, la tasa de natalidad en Argentina cayó un 40%. Se trata de una de las disminuciones más abruptas en toda América Latina, y está dando lugar a transformaciones profundas en el perfil demográfico del país. ¿Qué implicancias tiene esta tendencia para el presente y, sobre todo, para el futuro?

Para analizar el fenómeno, Primera Mañana conversó con el docente y sociólogo Gustavo Peretti, integrante de la Facultad de Humanidades de la ciudad de Santa Fe, quien afirmó que la baja de la fecundidad “es preocupante, pero también fascinante de estudiar”, ya que pone en juego múltiples factores sociales, económicos y culturales.

Una población que envejece y cambia de estructura
“Argentina está inmersa en un proceso de envejecimiento que comenzó ya en los años ‘90, primero con el aumento de la esperanza de vida y luego con una reducción sostenida de la fecundidad”, explicó Peretti. “Hoy tenemos cada vez más adultos mayores y menos niños. Es un cambio silencioso pero contundente que impacta en todos los órdenes de la vida social”, agregó.

El especialista subrayó que el descenso de los nacimientos se acentuó a partir de 2014 y tuvo otro pico hacia 2020, con la pandemia. “Actualmente, estamos llegando a una situación en la que prácticamente nacen la misma cantidad de personas que mueren. Todavía hay un diferencial a favor de los nacimientos, pero de mantenerse esta tendencia, en pocos años podríamos ver un equilibrio o incluso un retroceso poblacional”.

Para graficar la magnitud del cambio, Peretti recordó que “en la década del ‘70 había cuatro niños y jóvenes por cada adulto mayor; hoy hay menos de dos”. Se trata de una transformación estructural que altera la pirámide poblacional, tradicionalmente ancha en su base (infancia y juventud) y ahora mucho más achatada.

Menos hijos, nuevas formas de pensar la familia
Consultado sobre las causas, Peretti aseguró que “hay múltiples factores que se conjugan y que van desde lo económico hasta lo simbólico. La maternidad dejó de ser un mandato social como lo era décadas atrás. Muchas mujeres postergan o directamente renuncian al proyecto de ser madres”.

Además, este fenómeno no se restringe a un solo grupo social. “Si bien al principio la caída de la fecundidad se asociaba a los sectores medios y altos, hoy vemos que atraviesa a todas las capas sociales”, indicó.

También mencionó la necesidad de incluir el rol de los varones en este análisis: “No podemos pensar solo desde el lugar de la mujer. Las nuevas masculinidades también influyen. Hay una dificultad general para asumir el compromiso que implica que otro ser dependa de nosotros, y muchas veces esa responsabilidad se transfiere a una mascota, por ejemplo”.

El impacto en el sistema educativo y previsional
La baja en la natalidad ya comienza a percibirse en otros ámbitos, como el sistema educativo. “En los jardines de infantes de muchas ciudades se observa una caída en la matrícula, y esto es una señal de lo que vendrá”, advirtió Peretti. En las localidades más pequeñas, la situación es incluso más crítica: “En muchos pueblos de Santa Fe ya hay más muertes que nacimientos”, señaló.

En el plano económico, una de las mayores preocupaciones está relacionada con el sistema previsional. “Hoy Argentina vive una ventaja demográfica, porque hay más adultos en edad productiva que niños o adultos mayores. Pero esa ventaja es transitoria”, alertó. Y remarcó: “Nuestro país tiene una economía con alto nivel de informalidad laboral, lo cual agrava la sostenibilidad del sistema de jubilaciones”.

¿Se puede revertir esta tendencia?
Aunque algunos países como China intentaron políticas natalistas para frenar el descenso de la fecundidad, los resultados han sido limitados. “Una vez que se inicia este proceso, es muy difícil volver atrás”, sostuvo Peretti. “La experiencia internacional muestra que no basta con discursos o apelaciones a los valores tradicionales, sino que hacen falta políticas públicas concretas”.

Entre las posibles medidas, mencionó la necesidad de crear condiciones laborales que faciliten la crianza: “Licencias extendidas, jardines maternales accesibles, horarios flexibles. No se trata solo de tener hijos, sino de poder criarlos en contextos dignos y sostenibles”, subrayó.

Más hogares sin niños
Además de la caída en la natalidad, el estudio de la Universidad Austral mostró otros datos relevantes: crecen las familias monoparentales y en el 57% de las viviendas no hay menores de 18 años. Estos indicadores refuerzan la idea de un cambio cultural profundo que afecta no solo al tamaño de las familias, sino también a su composición y dinámica.

“La sociedad argentina está en plena transformación. Estudiar estos procesos nos permite anticiparnos y pensar qué tipo de país queremos construir a futuro”, concluyó Peretti.

Fuente El Litoral