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Por la sequía y su fuerte impacto, los productores preveen una «economía de guerra»

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Los productores santafesinos alertaron por el presente que viven a diario de primera mano en torno a las dificultades generadas por la histórica sequía. Los datos hablan de pérdidas que dejan cifras récord en torno a la siembra en la región núcleo, lo que se hace visible en la soja. Hace un año estaba sembrado el 50% de los lotes, mientras que hoy solo el 5%.

La siembra es catalogada como «la más trabada e incierta de los últimos 12 años». “Se van a reducir fertilizantes, algunos no van a fertilizar. Otros no colocarían inoculantes. Muchos productores optaran por una estricta economía de guerra”, alertan.

En los lugares más castigados por la falta de agua, la gran preocupación pasa porque se está replanteando la estrategia productiva, junto con el nivel tecnológico que se aplicará este año en la oleaginosa. Los técnicos lo explican así: “Necesitamos más de 100 mm para que las siembras sean normales y recuperemos la tranquilidad. Aún no se ha podido sembrar ni una hectárea con soja”. Y agregan: “Más de la mitad de los productores van a reducir las dosis de fertilizantes y algunos no van a fertilizar. Otros no colocarían inoculantes».

«Muchos productores optaran por una estricta economía de guerra. Pero desde el punto de vista técnico no acordamos. Bajo éstas circunstancias debemos ser muy eficientes y defender al máximo el potencial”. En otras localidades con mayores acumulados, como en Carlos Pellegrini, el planteo agronómico del cultivo es “como un año normal, con fertilización y cuidados adecuados. Con buen uso de preemergentes”, continuaron desde el sur santafesino.

“Se sembraron algunos lotes pero solo tienen la humedad para poder germinar, teniendo esperanzas de nuevas lluvias en la primer quincena del mes de noviembre”, puntualizaron. Las extremas condiciones climáticas ahora ponen contra las cuerdas a la siembra de soja.

Hace un año ya se había sembrado la mitad de la soja en la región, hoy solo 250.000 hectáreas, solo el 5%. El clima sigue apretando, al menos por una semana no hay pronóstico de lluvias para la región.Para la primera década de noviembre los pronósticos no son alentadores: “la presencia de un importante centro de alta presión que se ubicará sobre la porción central del país inhibirá la formación de nubosidad alejando la posibilidad de precipitaciones durante la primera semana del mes”.

También es difícil que se den en la semana siguiente las tan ansiadas lluvias importantes que le den un vuelco a esta situación. “Hay un atraso muy grande. Después de lo que pasó con el trigo y con los malos pronósticos y la gran cantidad de milímetros que faltan en los suelos estamos muy preocupados”, dicen los productores.