Gerardo Vaudagna será conocido siempre por el dueño de «Sonido Boom». La ideó y esa idea primaria, la plasmó alla por 1980, tiempos de politicas dictatoriales.
Pero Sonido Boom permaneció en ese ideario de todo ceresino que se agolpaba en sus cristales para ver el TV Color, el stereo del momento, y los cientos de discos siemples, y long play que escupían los hits del momento.
Como se nos pasó la vida, que hace pocos días atrás, Gerardo y Silvia decidieron que era el momento de soltar la historia de Sonido Boom, y atesorar las cientos de miles de anécdotas alrededor de aquellas bateas que cuando no alcanzaba para comprar el disco del momento, nos ibamos a las ofertas. Historias hay cientas, miles, por no decir millones.
Sonido Boom fue tan grande, que toda la región venia a comprarse el TV color, toda una novedad por aquellos años, o el disco de Los Palmeras que traia los primeros éxitos de la banda de cumbia santafesina más grande de todos los tiempos. Era novedad el disco Thriller, y Gerardo lo hacia sonar en la vereda de Avenida de Mayo, para que quienes nos acercabamos al lugar pudiesemos quedarnos muchos minutos escuchandolo. Nos habremos enojado con el Geri si apagaba los bafles instalados en la puerta de entrada.
Gerardo vivió lo que todos los que nacimos alla por los 70 y 80 deseabamos, ser los dueños de una disqueria. Tener la canción del momento para hacerla sonar en los tocadiscos, o bandejas, hasta que se raye el vinilo. Que hermosas épocas vivimos con Sonido Boom.
Pero después de 44 años, habia que dejar que la vida nos presente otras opciones, y otras historias. Habia que dejar que la vida misma siga su curso. Se apagó Sonido Boom, y las anecdotas serán esas que Gerardo tiene para contarles a quienes deseen pasar por su casa y ponerse a hablar con él de aquella epocas.
Fue inmensa Sonido Boom, la emblemática camiseta del CACU que recorrió todo un pais en los viejos regionales, o cuando Sonido Boom musicalizaba su propia radio Fm Lider. Todos quienes hicimos un programa musical en una radio, o aquellos que tenian el sonido para fiestas, pasaban a buscar su material discográfico por Sonido Boom. Los fines de semana, no podian agarrarnos sin el disco, el cassette, el cd, el dvd, o pen drive sin los temas que nos preparaba Gerardo.
Tanto evolucionó todo, que Sonido Boom se reconvirtió en venta de instrumentos musicales, y los accesorios para esos instrumentos, y el ficherio que se necesita para que el sonido suene como queremos. El local de Avenida de Mayo dejó de sonar, tengo que confesar que se lo pregunté a Silvia, y cuando me lo confirmó me vinieron a la mente miles de cosas a la memoria. Miles, millones. Mi primer disco, mi primer cassette original, y hasta mi primer CD deThe Cure se lo compré a Sonido Boom. Como pasa el tiempo, y por eso nos damos cuenta que las cosas que nos marcaron aquellos tiempos felices de la juventud, hoy dejan paso a las nuevas propuestas. Las que están excelentes, pero que para nuestra generación, no llenan los espacios vacíos.
Todavia me queda de pasar el reloj público, y pararme en la vidriera, esperando tal vez encontrarme a mi mismo, hace 40 años atrás. Gracias Sonido Boom. Gracias Gerardo.