Las escuelas trabajan a contrarreloj para acondicionar los establecimientos para recibir a sus alumnos y alumnas. El Ministerio de Educación fijó la fecha del 17 de febrero para el regreso de los chicos y chicas de séptimo grado, quinto del secundario y sexto de las técnicas. El resto comenzará el ciclo lectivo 2021 el 15 de marzo.

Algunos interrogantes en torno a fechas y horarios de cursada —la ministra Adriana Cantero anticipó el sábado que habrá tres horas de clase por jornada, con distanciamiento, uso del tapabocas y recreos de media hora—, fueron especificados esta semana en la circular 01/2021 que llegó hoy a las escuelas, con «orientaciones para el retorno a una presencialidad cuidada» en todos los niveles y modalidades del sistema. Pero otras dudas son más prácticas. Tal es el caso del uso o no de las mochilas en esta vuelta paulatina y bimodal a las aulas.

¿Se deben llevar las mochilas al colegio? Si se llevan, ¿se las puede ingresar al aula o deben quedar fuera? En caso de que no se las lleve, ¿se debe asistir entonces sin ningún útil escolar? ¿Con qué elementos trabajarán alumnos y docentes?

El antecedente de diciembre

En diciembre pasado, cuando en burbujas de pequeños grupos se produjo un breve regreso a las aulas para la revinculación con la escuela, el Ministerio de Educación provincial puso en práctica el «Protocolo para el retorno presencial a las escuelas«.

En un apartado destinado a las familias, recomendaba «reducir al mínimo el traslado de elementos entre casa y escuela (como mochilas y juguetes)», y que «si se llevan deben dejarse fuera del aula». El pedido estaba en sintonía con los lineamientos generales que habían sido aprobados en julio pasado por el Consejo Federal, que también desaconsejaba el traslado de mochilas y juguetes.

«La mayoría de los chicos no trajo mochilas, venían con la carpeta y los elementos de esas dos semanas de diciembre (hojas, lápices y biromes) las guardamos en el armario de la señorita. Entonces la maestra ya tenía la caja de esos cuatro o cinco chicos con sus hojas en folios», relató a La Capital Claudia De Gottardi, directora de la Escuela Primaria Luisa Mora de Olguín, de barrio Ludueña. Una práctica que no era nueva en la institución: «Muchas veces tenemos que guardar en el armario carpetas, cuadernos pinturitas, plasticolas. Es común en escuelas como la nuestra».

Durante los quince días de diciembre, en la escuelita fundada por el padre Edgardo Montaldo recibieron —en grupos reducidos y en bloques de 80 minutos— a los chicos y chicas de los distintos cursos de la primaria. Sobre todo a los que durante el año tuvieron nulo o escaso contacto. «No traían juguetes ni mochilas, y los lápices, goma, pinturitas y cuadernos los guardaba la señorita en el armario, para asegurar que vuelva; además del cuidado y la higiene«, ejemplificó la docente.

Amalia Torres, secretaria de nivel primario de Amsafé Rosario, dijo que del uso o no de mochilas dijo que «no hay nada nuevo», y que que, a una semana de la vuelta de los séptimos grados, «es muy preocupante el nivel de improvisación» y que faltan precisiones concretas por parte de la provincia sobre la presencialidad.

«Eso pasa cuando no son tenidos en cuenta los directores y directoras (en la planificación), que durante el año pasado fueron los que estuvieron siempre junto a los docentes entregando bolsones y cuadernillos», dijo la dirigente de la delegación local de Amsafé.

“Todo el año estuvieron en las escuelas, con marchas y contramarchas, y nos enteramos por los medios de qué va a pasar«, cuestionó Torres.

Desde Sadop Rosario señalaron a La Capital que hasta ahora no hay ningún lineamiento nuevo al respecto, por lo que para quienes regresen en febrero regirá el protocolo de diciembre.

Fuentes del Ministerio de Educación confirmaron a este diario que las recomendaciones de fin de año rigen en esta vuelta a la presencialidad de la semana próxima. Con lo cual, si bien se recomienda no llevar mochilas, no está prohibido llevarlas. En caso de llevarlas, deberán dejarlas fuera del aula, donde serán sanitizadas antes y después de la jornada escolar.