En el debut de las charlas institucionales que la cúpula de la Unión Cívica Radical de la provincia inició con diferentes partidos políticos para definir la estrategia electoral de 2023, se logró predisposición del potencial socio más difícil de convencer: el Socialismo. Pero resta mucho camino por transitar aún. Los líderes de la UCR sabían que no podían aspirar a que en el encuentro de este lunes, los referentes del PS tuviesen una respuesta asertiva a la posibilidad de sumarse a un frente de frentes porque ya habían anunciado que esa definición recién la adoptarían el año que viene. Por ello, llegaron a la reunión con la pretensión de poder constituir ámbitos de trabajo comunes sobre determinados temas que, eventualmente, puedan traducirse en ejes de un programa de gobierno.
Las autoridades del partido de la rosa consintieron esa estrategia de trabajo; acordaron avanzar en el abordaje de una problemática que consideran prioritaria como la seguridad, planteando proyectos y convocando foros con especialistas. Lo mismo para la situación que atraviesan los gobiernos locales; unos y otros coincidieron en que municipios y comunas de la oposición siguen siendo discriminados por la provincia en la distribución de fondos.
La reforma
Como se sabe, seis son los proyectos para promover la actualización de la carta magna santafesina que ya tienen estado parlamentario en la Cámara Baja. Pero ninguno pertenece a la UCR. Por eso, el Socialismo, que apuesta fuerte a este proceso, le reclamó a los radicales una definición. El último jueves, todos los legisladores del PS más sus autoridades partidarias protagonizaron con gran despliegue el ingreso formal del proyecto propio, y hasta plantearon el desafío de que en «octubre o noviembre», la ley que declara la necesidad de la reforma llegue para su votación al recinto. La UCR se ha mostrado hasta aquí como el sector más esquivo a abordar el tema porque consideran que la coyuntura actual obliga a plantear otras urgencias. Sin embargo, el Socialismo replicó que éste es el año para avanzar; y exigió a sus potenciales socios una definición y hasta la presentación de un proyecto que los represente. La mesa radical no descartó hacerlo, pero en el mediano o largo plazo porque antes, esgrimieron, es el radicalismo en su Convención quien debe definir la postura institucional frente al tema. Las iniciativas que ingresaron hasta aquí corresponden a Gabriel Real (PDP), Luis Rubeo (PJ), Rubén Giustiniani (Participación e Igualdad), Nicolás Mayoraz (Somos Vida y Familia), Lucila de Ponti (PJ) y al Socialismo.
El encuentro de este lunes se realizó en Rosario, en la sede del PS. Oficiaron como anfitriones Enrique Estévez, Pablo Farías, Laura Mondino, Joaquín Blanco, Rubén Galassi y Esteban Lenci. Por la UCR participaron Felipe Michlig, Julián Galdeano, Leandro González, Fabían Bastía, entre otros.
PJ y Casa Gris
Al margen de que dos de los proyectos ingresados corresponden a legisladores justicialistas, el peronismo en términos institucionales, tampoco se ha expedido todavía sobre la reforma. Por eso, desde la conducción partidaria se comenzó a conversar con los diferentes sectores para convocar en las próximas semanas a una nueva reunión del Consejo Ejecutivo, órgano máximo de conducción, para fijar una posición.
Mientras tanto, se aguarda el retorno de Omar Perotti del exterior para que ratifique si su posición seguirá siendo distante y pasiva respecto del proceso, o si participará la gestión con otra intensidad. Hasta aquí, todos coincidían en el Poder Ejecutivo en sostener que la decisión era dejar que la discusión evolucionase en el ámbito parlamentario, sin tener un rol protagónico desde la Casa Gris pero tampoco entorpeciendo u obstruyendo el debate. Pero a la luz de aspectos troncales que algunos sectores aspiran a modificar, como la representación en las cámaras legislativas o la eliminación de la mayoría automática en Diputados, no son pocos los que consideran ya que el Ejecutivo debería involucrarse de manera más activa en la discusión.