Martín Durán tiene 35 años es oriundo de Villa Trinidad, vivió un tiempo en la localidad de Arroyito y luego se trasladó a Villa Mercedes, San Luis. Allí tiene a su familia, compuesta por su mujer y tres hijos a los que no ve desde que comenzó la pandemia.
Martín es transportista, los comúnmente llamados “camioneros”, reparte mercadería de la marca Arcor. Sus viajes son a todo el país, excepto por la provincia donde consta su domicilio: San Luis. Allí el paso está prohibido dividiendo a la familia en dos.
Martín cuenta en primera persona una de las peores caras de esta cuarentena, las restricciones a la libertad individual.
“Desde que arrancó la pandemia, la paso arriba del camión, llevo 5 meses y 10 días que estoy en la misma situación, no me dejan ingresar a ver a mi familia. Tengo domicilio en Villa Mercedes, pero por protocolo no me dejan ingresar” comentó Durán.
Martín ha tratado por todos los medios posibles ingresar a Villa Mercedes, pero no lo ha logrado, las restricciones no le permiten reencontrarse con su familia. “Hace dos semanas, la empresa me iba a dar el camión para que pueda ingresar a Villa Mercedes, me iba a hacer un PCR en Córdoba y me iba a ir a mi casa, eso fue un día jueves y el viernes mi señora escucha la noticia que no permiten el ingreso de ningún camionero a Villa Mercedes, aun con PCR. Mi mujer, mis hijos y yo estamos mal. Tengo tres hijos, el mayor tiene 17 años” detalló.
“Es muy triste lo que está pasando. No es vida esto. No se aguanta” Martín Duran
Los viajes a su provincia son parte de su trabajo, pero nunca lo dejaron bajar o tener contacto con ninguno de los familiares. Situación que narra con gran dolor y con la esperanza que las leyes puedan amparar.
“Yo voy a Villa Mercedes, pero solo me dejan ingresar a Puerto Seco, fumigan los camiones y nos tenemos que ir nuevamente. Mi señora para mi cumpleaños me quería llevar una torta con los chicos y la policía no los dejo cruzar. Yo no juzgo a la gente, si nos discrimina por miedo o qué, pero no hay ningún lugar donde bañarte o para comprar para comer. Bajarte a comer a algún lugar es imposible por simple hecho de ser camionero. Para comprar mercadería nos atienden por una ventanilla y a los demás les permiten el ingreso a los comercios. Es muy triste lo que está pasando. No es vida esto. No se aguanta. En San Luis el Gobernador hace lo que quiere. Corto las rutas nacionales, solo abrió la ruta en las que tiene los peajes, pero las demás las cortó apenas empezó la pandemia y nadie le dice nada. La empresa para la que trabajo me adelantaba las vacaciones y me daba más días de franco, pero voy a tener que recurrir a un abogado para ver si puedo ir a mi casa.
El único lugar al que no te dejan llegar a sus hogares es San Luis. Tengo compañeros de provincia de Córdoba, Rosario y ellos trabajan y se van a la casa en sus días francos. Mis compañeros me avisaron que cortaron la ruta 7 en San Luis, aconseje a mi familia que compren comida, porque puede haber desabastecimiento en esa provincia. Se extraña mucho a la familia, esto no puede seguir así, uno necesita como ser humano ver a sus hijos, estar con su mujer, para poder seguir trabajando, cambiar un poco la cabeza, porque se vive amargado, angustiado, trabajo para darle bienestar a mis hijos” comentó Martín.
Finalmente, aconsejó que cuando vean un camionero no le cierren las puertas, “si tendría el virus no estaría trabajando, somos seres humanos, si los camiones no andarían sería un desastre nacional, no hay que ser tan egoísta, transportamos productos alimenticios, de tantos controles interprovinciales tengo todos los dedos pinchados, en 24 horas tal vez cruzamos tres provincias y nos toman la temperatura a cada rato” señaló Martín Durán.
El Departamental