El alivio llegó a la comunidad de Villa Mailín, ya que de a poco se va esclareciendo un robo del que todos conocían pero nadie tenía pruebas: empleados del Santuario de Nuestro Señor de Mailín se robaban las limosnas de los fieles.
La duda llegó a su fin gracias al nuevo sacerdote del lugar, el padre Sergio Quinzio, que se encuentra a cargo de la parroquia desde el pasado mes de marzo. En ese momento, en diálogo con los fieles y vecinos, se interiorizó del problema y decidió tomar cartas en el asunto.
“Ya te he pillado, Maldonado”
Es así que un día el padre se preparó y se desencadenó una escena digna de una película: se escondió detrás de la parte superior del santuario, (en el coro) y logró capturar el momento con su celular para contar con las pruebas suficientes: descubrió a uno de los empleados saliendo del pasadizo escondido donde se encuentra la alcancía de la iglesia, con la bolsa de limosnas.
“Ya te he ‘pillado’, Maldonado, hasta entraron en la casa”, se escucha decirle al hombre que se pone de pie y sale caminando de la iglesia con la bolsa en la mano, y con total normalidad, como si nada pasara.
Ya con las pruebas en la mano, el sacerdote se dirigió la semana pasada hacia el destacamento de Mailín, dependiente de la Comisaría 19º de Herrera y denunció el robo. La fiscalía de Añatuya tomó intervención y desde allí se dispuso que se demore a todos los integrantes de esa familia, de apellido Maldonado, encargados del santuario.
Con los testimonios de los fieles, la policía estima que el monto total de lo sustraído en modo hormiga estos años ronda entre los $80000 (ochenta mil pesos), y que hay más personas de esa misma familia involucradas; por lo que la investigación recién comienza.