Como no recordarlo al «Huguito» como le llamaba la banda de amigos, que cada vez que llegaba por Ceres, se juntaba a comer un «asadito» y a relatar sus sueños de campeón.
Quien se puede olvidar del «Dinamita». Menos hoy, que se cumplen 365 días de aquel jueves que pasó de ser un día prometedor, a una jornada triste, tristísima para todos los ceresinos y los amantes del boxeo.
Si nos habia quedado todavia en la retina el peleon que se mando con el uruguayo, y aquel desmayo, que finalmente iba a terminar siendo la última vez que lo ibamos a ver al «Dinamita» por el ring.
Hace un año el sueño de los ceresinos de tener el gran campeón, se nos fue de las manos. Si no pudimos creer cuando a las 4 de la mañana, en una madrugada fría, nos decian que Huguito se había ido para siempre. Como no recordar aquel jueves 25 de julio de 2019.
Cuantas cosas quedaron en aquel rincon mientras se leía el fallo de la pelea, la última, la del desenlace fatal.
El sueño del campeonato, de ayudar a la familia, de ir por la gloria absoluta. Se nos fue muy temprano el «Huguito», que cosas tiene la vida.
Se las peleó a todos, no le importó subir de peso y exigir el fisico si habia que subirse al ring. No esquivó ningún desafío, si hasta se fue a Europa para pelear con un armenio, mucho más pesado, y con más solidez en los puños. Lo hizo porque no habia que arrugar, porque habia que juntar platita y engrosar la lista de peleas.
La pucha que nos va a costar olvidar el 25 de julio del 2019, el destino tenía la próxima pelea del «Dinamita» en la eternidad, donde el ring tiene un solo juez, Dios, al que tanto el le agradecía cuando se bajaba del cuadrilátero feliz por haber hecho una buena faena.
Acá no nos olvidamos de vos Huguito, nos cuesta hacerlo, se lo acreditamos al destino, ese destino que siempre nos saca, sin pedirnos permiso, a campeones como vos. QEPD.