Los diez rugbiers detenidos por el el asesinato de Fernando Báez Sosa ya tuvieron el primer enfrentamiento con los empleados de la cárcel de Dolores en la que están alojados.
El 29 de enero fueron trasladados a la unidad carcelaria 6 de Dolores, y fueron alojados en la alcaidía del complejo. Después de unos primeros días de temor, empezaron los chispazos.
«Vos trabajás para mí. Yo te pago el sueldo. Hacé lo que te digo porque sos mi empleado», habría reclamado uno de los rugbiers a un guardiacárcel, según informó la periodista Sandra Borghi en Nosotros a ala mañana.
«Nos tiene como negros de mierda en este lugar. No nos respetan. No nos dan los derechos que tenemos. Vivimos como ratas, nos quieren matar», habría dicho el detenido por el homicidio de Fernando, antes de una nueva visita de sus familiares.
Máximo Thomsen (20), Alejo Milanesi (20), Juan Pedro Guarino (21), Ciro (19), Lucas (18) y Luciano (18) Pertossi, Matías Benicelli (20), Enzo Comelli (19), Blas Cinalli (18) y Ayrton Viollaz (20) son los diez rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa, quien fue asesinado a golpes en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell.
Ya en las últimas horas, la periodista de Dolores Paola Atayro haía revelado que los chicos «tienen mucha actitud soberbia y todavía no bajaron a la realidad de que mataron a una persona».
Aunque también reveló que están atemorizados por el trato que reciben de parte de otros presos cuando los trasladan de un lugar a otro dentro de la alcaidía: «(A Máximo Thomsen) Le dicen ‘vení a pegarme a mí, vení a patearme, a ver si acá también querés pelear’. Es al que más le gritan, y se ve en su lenguaje corporal cómo su cuerpo grande se va achicando. A Thomsen lo tienen entre ceja y ceja, lo tienen en la mira».