El aurinegro ganó y basta. Era eso, buscar un triunfo sin analizar si salió bien lo que se planteó. Habia mucho de los dos que ya se sabian. Ameghino vino a jugarse una heroica clasificación, Central en su casa buscaba lo mismo. El Braica recuperó el historico ruido de otros tiempos. Explotó ante cada triple o doble en la noche. La gente de Villa Maria acompañó a su equipo. Fue una noche inolvidable con victoria 92 a 86.
Lo ganó Central porque lo cerró mejor. Baeza, Banegas, Matias Martinez, Pablo y el enorme Spalla aportaron cada segundo en cancha, hubo tiempos para el pipi Torne y Guido Cabrera, y cumplieron. Lezcano jugó el partido de su vida, Abeiro, Aristimuño y Frontera demostraron la jerarquia de un equipo que murió de pie. Fue gol a gol durante toda la noche. Habia que esperar un solo ganador, porque el basquetbol no tiene empates. Lo ganó Central y con este triunfo igualó su mejor liga Argentina, que fue la primera. Es semifinalista, y su rival será Indpendiente de Oliva, un rival enorme que comenzará a enfrentar el próximo martes.
San Isidro, y Barrio Parque animarán la otra semifinal. A esta altura no hubo sorpresas llegaron los 4 mejores de la fase regular.