La presión de Miguel Ángel Pichetto sobre el Gobierno, más la de otros aliados en el Congreso, hizo que el Gobierno diera marcha atrás y aceptara eliminar del capítulo laboral de la Ley Bases los artículos más irritativos para el bloque Hacemos Coalición Federal y otros sectores de la oposición dialoguista, que son los mismos que rechazaba la CGT.
Ahora, al final de una jornada de fuertes peleas que hicieron tambalear las leyes que más le interesan al Gobierno, se encaminaría el acuerdo para que el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados emita dictamen este jueves de la Ley Bases y del proyecto fiscal para tratar las dos iniciativas en el recinto entre lunes y martes y así poder sancionarlas antes del anunciado Pacto de Mayo.
Ya no quedan tantos rastros del DNU frenado por la Justicia en el nuevo borrador que permitió el acuerdo entre el oficialismo y la oposición: directamente excluyeron los artículos sobre las cuotas solidarias, la ultraactividad de los convenios colectivos, la reglamentación del derecho de huelga en los servicios esenciales, la limitación de las asambleas y el teletrabajo, entre otros.
También sacaron la restrictiva reglamentación del derecho de huelga en actividades que son consideradas servicios esenciales; la penalización de las asambleas de trabajadores que terminan convirtiéndose en medidas de fuerza encubiertas y el artículo que consideraba los bloqueos sindicales como “grave injuria laboral como objetiva causal de extinción del contrato de trabajo”.
Otro artículo eliminado, que figuraba en el DNU y el anterior borrador, era el que ponía en jaque dos puntos de la Ley de Contrato de Trabajo: el principio de que en caso de duda se debe aplicar la norma más favorable al trabajador y la irrenunciabilidad, es decir, la habilitación a que los empleados renuncien de manera voluntaria a derechos adquiridos que surgen de leyes o convenios colectivos.
El Gobierno también accedió a quitar del nuevo borrador de la Ley Bases los cambios en el régimen de teletrabajo que estaban en sintonía con la postura empresarial y la derogación del Régimen del Viajante de Comercio, dos de los artículos que estaban en el DNU 70.
Quedaron, en cambio, aquellos que no objeta el sindicalismo: la modificación de las multas por trabajo no registrado o mal registrado y la habilitación a que empresarios y sindicalistas acuerden en la negociación colectiva una indemnización basada en el Fondo de Cese Laboral de la UOCRA.
De esta forma, la CGT ya no tiene argumentos para seguir objetando la modernización laboral que pretende el Gobierno, que incluso dejó de hablar de “reforma laboral” a pedido de los dirigentes gremiales. Antes de este viraje libertario, un jefe cegetista advirtió que “el borrador de la modernización laboral es igual que el DNU que rechazamos y suspendió la Justicia”, por lo que “el paro es inamovible y será contundente”. ¿Podrá suspenderse ahora la huelga del 9 de mayo?
Con información de Infobae