(Por Aire de Santa Fe).- Mientras la Justicia Federal investiga la muerte de Xiomara, la nena de dos años intoxicada con plomo en Ceres, desde la Secretaría de la Niñez y Adolescencia de la provincia de Santa Fe reubican a las familias que se instalaron en el predio donde funcionaba la fábrica de baterías Nesaglo.
Para Jorgelina Donati, Coordinadora de la región oeste de la Región Rafaela de esa secretaría, la muerte de Xiomara «era totalmente evitable». «La empresa, al momento del cierre o quiebre, debería haber realizado el plan de saneamiento del lugar para su clausura, pero esto no sucedió», dijo la licenciada en Trabajo Social.
Tras el recorrido en inmediaciones del predio abandonado en Ceres, desde el organismo provincial dieron cuenta que la contaminación del sitio es evidente. «Si uno recorre el lugar ve que hay baterías tiradas, abiertas, y olor a distintas sustancias», relató Donati. Por ello «pediremos al Municipio que se cierre ese lugar para evitar que vuelva a instalarse gente por el riesgo que eso implica».
No obstante, la primera petición a las autoridades locales de Ceres tuvo que ver con la reubicación de las familias allí instaladas. Se trata de unas 20 personas pertenecientes a cuatro familias. «La urgencia es encontrar alguna solución provisoria habitacional», señaló la coordinadora. La mayoría de la veintena de personas estaban allí desde agosto de 2020 y «hasta el miércoles último quedaba sólo una familia» en el predio de Nesaglo. Pero también había gente viviendo allí desde hace cuatro años.
Cada una de las familias tiene una realidad diferente. Algunas manifestaron no contar con ingresos económicos para pagar el alquiler de una vivienda y la Secretaría ofreció un subsidio por seis meses; otra familia pudo acordar que parientes le cedieran un terreno habitable. Incluso hubo quienes que se negaban a dejar el predio.