Junio fue un mes atípico para las arcas fiscales, principalmente por la acumulación de feriados, porque contó con tres días hábiles menos, y afectó no sólo el cronograma de pago de los tributos que se liquidan a partir de determinado plazo desde el devengamiento, como el saldo del vencimiento de Ganancias de personas humanas para agosto; y también para el correspondiente a Bienes Personales; y en particular los que se vinculan con las operaciones de comercio exterior que comprende no solo retenciones sobre las exportaciones, sino también los derechos de importación y el correspondiente cargo del Impuesto PAIS, junto a la Tasa de Estadística, sino también por la profundización de la recesión.
Además, se agregó el efecto del anticipo de liquidaciones de divisas del agro y el freno posterior en respuesta al cambio de expectativas que generaron las declaraciones de reconocidos economistas sobre la necesidad de que el gobierno levante el cepo cambiario e incluso disponga una nueva devaluación para revertir la constante pérdida de competitividad con el resto del mundo de la producción nacional.
Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC) “durante junio las empresas del sector liquidaron operaciones por USD 1.978 millones; implicó una baja del 24% con relación a mayo y de 25% frente a junio del año anterior”, con lo que en el acumulado del no exhibe cambios, pese a la fuerte recuperación de las cosechas y singular aumento del excedente para colocar en el resto del mundo.
Y del lado del mercado laboral, el efecto del cierre de más de 65.000 cuentas sueldos, reflejo de despidos en la construcción, en algunas industrias e incluso de personal que hace tareas en casas de familias, por el receso de la demanda interna.
De ahí que para muchos analistas no sorprendió que la AFIP informara que en junio la recaudación de Recursos Tributarios bajara desde el récord nominal de $13,38 billones que acumuló en mayo a $11,3 billones.
La variación del agregado de ingresos por DGI, Anses y Aduana fue más de 55 puntos porcentuales inferior al de la variación del Índice General de Precios del Indec de 276,4%, representó una caída de 14,7% en valores reales, superior a la esperada por la contracción del PBI, que según el estudio OJ Ferreres y Asociados fue de 4,4% en los últimos doce meses.
Insuficientes atenuantes
De la planilla de la AFIP surge que una vez más que se destacó la suba de lo percibido por el Impuesto PAIS, con aumento de 1.321% (se multiplicó por 14 lo ingresado en junio 2023), y elevó su representatividad sobre el total a 6,9 por ciento.
También sobresalió en el mes lo captado por el impuesto a la transferencia de combustibles, aumentó 329,4%, por efecto de la política de recuperar el tiempo perdido con la suspensión del incremento sobre los precios en los surtidores del componente impositivo.
Y en menor medida, también se diferenció de la generalizada caída de la recaudación por la recesión lo ingresado por el Impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios, subió 279%, un punto porcentual más que la inflación