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«La gente sigue sin ir a votar, harta de la política»

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  • Categoría de la entrada:Editorial

Este domingo cuatro provincias argentinas fueron a las urnas. Más allá de los triunfos oficialistas, la victoria de La Libertad Avanza en la capital salteña y en Chaco, y la pésima elección del peronismo en estos cuatro distritos, lo importante es lo que no se quiere mostrar.

Ninguna de las cuatro provincias superó el 60% del electorado. Incluso entre Salta y Chaco reportaron su convocatoria màs baja desde la vuelta de la democracia. Algo similar a lo ocurrido en Santa Fe, donde se eligieron constituyentes y en pueblos y ciudades hubo PASO locales. Apenas se superó el 50%-.

Obviamente, para justificar los amplios gastos de la política, desde los sectores allegados a los partidos políticos se cansan de decir que estas elecciones son intermedias, la gente vota poco en las intermedias, y la mar en coche. La realidad y a pesar que les pese a quienes están dentro de la política, la ciudadania, o una gran porción de ella, está harta de los desaguisados, culpas cruzadas, y los altos gastos de la política.

Un alto funcionario político confesó en estas horas, que a este ritmo, «será muy dificil que se pueda seguir haciendo política. La gente tiene un desinterés muy grande y no escucha lo que queremos contarle». Esto se nota claramente en las convocatorias a los actos políticos. No va nadie, y solo se pueden contar con los dedos de la mano, a punteros, y quienes tienen algún compromiso familiar con alguno de los candidatos. Se acabó la sinergia, entre el político y la gente. Será dificil que esto se recupere en un corto tiempo. Es porque la política sigue sin ver, mas allá de lo evidente.

En Ceres, donde andan buscando que la elección no vuelva a rozar el papelón, los partidos están involucrados en tratar de convocar más gente a las urnas para el 29 de junio. Todos opinan que votará un 60 a 63% del padrón. Son muy optimistas, porque no tanta gente dejará la paz de su domingo para asistir a la antesala de una fiesta que después nadie de los que ingresa quiere terminar.

MARTIN FARIAS