La declaración testimonial de una persona cercana al principal sospechoso habría sido clave para relacionarlo con el hecho. En dicho testimonio declaró ante la Fiscal que el imputado le habría confesado haber matado a Bravo.

En la primera audiencia, el acusado se declaró «inocente» y remarcó que el día del crimen no estuvo en el edificio de la Municipalidad hablando con Bravo. Sin embargo, aparecieron nuevos testimonios que indicarían que estuvo en la Municipalidad hablando con Bravo en horas de la mañana.

La causa continuará con investigaciones tanto de la Fiscalía a cargo de la Fiscal Silvina Verney como así también del abogado del imputado Adrián Rocca.

La Fiscalía deberá obtener pruebas contundentes que determinen la culpabilidad. Para ello, serán claves los resultados que se obtengan de huellas dactilares, pelos y demás restos que se encontraron en el arma homicida (un cuchillo Tramontina, de 15cm de hoja, más 12cm de mango que además estaba adherido a un palo mediante el uso de una cinta de color negra).

“No hay elemento alguno que vincule a mi defendido con el crimen de Bravo. Todo el contenido tiene más que ver con la investigación que con la relación de mi defendido, solamente hay una declaración testimonial que lo compromete”, habría dicho Adrián Rocca, abogado defensor del principal sospechoso.

En el seno familiar del sospechoso afirman que en el día y horario en que ocurrió el crimen, se encontraba sentado a la mesa viendo el partido de Argentina-Brasil por la Copa América.

La prisión preventiva es por tiempo indeterminado hasta el momento del juicio. La defensa del imputado puede llegar a pedir la interrupción de la prisión preventiva, algo que tendría que ser analizado por el Juez Hugo Talarico.