(Dario Schueri).- Dice el columnista de La Nación Joaquín Morales Sola: “la Argentina tiene solo al 1,7 por ciento de su población vacunada con las dos dosis. Tampoco explica (el gobierno) por qué se le impidió al país el acceso a la vacuna más respetada en el mundo, la del laboratorio Pfizer. La Comisión Europea, la máxima autoridad de la UE, acaba de poner en manos de esa vacuna la solución de la crisis sanitaria en el continente europeo. La única solución al problema sanitario argentino, que es grave, consistiría en vacunar antes de fines de mayo a los restantes 10 millones de personas en situación de riesgo (mayores de 60 años o con enfermedades previas). Se vacunaron solo 3 millones pertenecientes a esos grupos. Es improbable que en 45 días logre lo que no pudo conseguir en cinco meses”.
El kirchnerismo gobernante tiene la innata habilidad de aprovecharse de las actitudes políticamente correctas de Horacio Rodríguez Larreta para hacerlo caer una y otra vez en su propia trampa. El sábado por la noche, la policía de Larreta – bastante macacos por cierto- reprimió groseramente a manifestantes frente a la Casa Rosada, para solaz y esparcimiento del Instituto Patria.
Larreta fue a la Corte Suprema de Justicia para que habilite la continuidad del ciclo lectivo semi presencial en CABA como, por ahora, sigue en el resto del país.
¿Qué se supone que haría el Máximo Tribunal?. Si fallase a favor de Larreta, el kirchnerismo le tirará – ciertos o no – con decenas de muertos y millares de contagiados por la cabeza, y pedirá poco menos que el tribunal de Núremberg para sus cinco miembros.
¿Y en Santa Fe?.
Omar Perotti no adhirió a las restricciones nacionales, pero atento a los números que comienzan a definirse, sería cuestión de tiempo endurecer las restricciones; de hecho algunas localidades como San Guillermo lo hicieron por su cuenta y cargo (político).
Entidades de segundo grado como la FECECO, advierten sobre la letalidad económica en algunos rubros representados si esto sucediere; se lo hicieron saber al Senador nacional Roberto Mirabella, quien no sólo los interpretó, sino que les aseguró el máximo acompañamiento de la Provincia.
AMSAFE viene bregando por el cese de las clases bimodales en la Provincia, y la CTA (a la cual pertenece el gremio docente) salió a bancar a muerte la decisión presidencial sobre el “nuevo Estado argentino”: el AMBA.
El Ministro de la Producción Daniel Costamagna, junto a sus pares de Trabajo y Gobierno se reunieron con entidades de la producción para “ajustar las tuercas” en tornos de los protocolos en las fábricas, que pusieron en junio del año pasado a la Provincia de Santa Fe como pionera en la apertura industrial.
Elecciones en pandemia. ¿Una quimera?
¿Alguien puede hablar de elecciones sin ser tildado cuando menos de insensible?. Pero el almanaque marca el paso del tiempo, y si el Congreso no define un cambio en el cronograma electoral, el 30 de Mayo comienza a regir la cronología santafesina, que el Secretario Electoral Pablo Ayala elevó para la firma del titular del Tribunal Roberto Falistocco.
Las encrucijadas de unos y otros.
Al momento de escribir estas líneas, el socialismo estaba inmerso en su elección interna que no se realiza desde el año 1994, en que Hermes Binner le ganó a Héctor Cavallero y precipitó su ida del Partido de la rosa, y que esta vez definirá el posicionamiento de Miguel Lifschitz de cara al año electoral.
¿Será (Miguel Lifschitz) finalmente precandidato a Senador nacional?. De tal manera, ¿Cómo se estructuraría el “nuevo frente” que contendría su postulación?. ¿Cuáles serían los planteos que haría Lifschitz en caso de aceptar la candidatura?; por ejemplo, ¿continuar con la presidencia de la Cámara de Diputados para el socialismo? (Pablo Farías). ¿Permitir la presentación de más de una lista de candidatos a Diputados?. ¿Admitir a la Coalición Cívica de Elisa Carrió, para que su representante santafesina Lucila Lehmann renueve la banca que vence este año?.
Por lo pronto el radicalismo NEO, con quien deberá sentarse Lifschitz en próximos tiempos, hizo una demostración de fuerza con un plenario vía zoom que juntó a mas de 700 “conectados”, y contó con la presencia estelar de la promesa radical para el 2023: Martín Lousteau.
El líder del sector Maximiliano Pullaro exhibió guarismos: “contamos con tres mil militantes, entre el 80 y el 90 por ciento de los dirigentes del partido, el gobierno de 117 distritos, 40 concejales, 70 minorías, diputados y senadores”, intimidó.
El PRO y los radicales en Juntos por el Cambio con proyección provincial Mario Barletta y José Corral en esta capital y Julián Galdeano en Rosario, aguardarán la definición de Miguel Lifschitz para seguir avanzando en acuerdos o desacuerdos.
Del peronismo, poco y nada se puede avizorar. Su suerte electoral está atada a los avatares nacionales, que hoy son “encuestológicamente adversos” (un reciente sondeo ubica tercero al Frente de Todos en Córdoba).
En tal sentido, poco y nada podría hacer Omar Perotti y su delfín Roberto Mirabella sobre ese respecto, por más que se esmere en abrir licitaciones, repartir dinero con su plan Incluir (que tiene incendiada a la oposición) y despotricar sobre la herencia recibida; en definitiva esos logros le podrían otorgar algún rédito en comunas o concejalías en las contiendas locales; pero los lapidarios titulares nacionales del “día después” si las cosas salieren como se advierte, lo pondrían al gobernador santafesino en una compleja encrucijada. El peronismo es de pasar facturas, mientras que el kirchnerismo tiene el know-how en materia de trasladar responsabilidades.
Lo que se dice, un verdadero zafarrancho viral y político.