Evidentemente Omar Perotti tiene otros planes para con los empleados públicos hasta que la economía del país repunte, ó la Provincia alivie lo que los funcionarios actuales consideraron un pandemonio financiero: pagarle fuera de término; o al menos en los términos en que lo hacía el FPCyS (5 primeros días hábiles) y que provocó la ira de los gremios estatales cuando se enteraron que terminarían de cobrar sus sueldos el miércoles 15 de enero.
“Es una decisión política cortar con la toma de deuda para pagar salarios. Una cosa es endeudar a la provincia a tasas que hoy no son ventajosas para una obra pública, y otra cosa es para gastos corrientes. Por eso, este es el cronograma posible sin tomar deuda”, señalaron desde el gobierno.
El Ministro de la Gestión Pública Rubén Michlig hizo notar que “iremos achicando el cronograma en la medida que el flujo de recursos lo permita pero hay que actuar en función de la realidad de los números. El gobierno provincial no está dispuesto a pagar las altas tasas de interés que rigen hoy en el mercado bancario”, agregó. Y sostuvo que esta “es una política que se dio en la gestión anterior y que no estamos dispuestos a llevar adelante, razón por la cual el cumplimiento de las obligaciones se hace con la existencia efectiva y real de disponibilidades”.
¿Por qué el FPCyS tomaba créditos para pagar sueldos?.
Una fuente de la gestión anterior – quien no quiere polemizar con el actual gobierno – nos explicó que “el problema de pagar sueldos es un tema de liquidez: el 50% de los egresos del mes son en 10 días; en esos 10 días entra menos de un tercio de los recursos del mes, y hay que pagar la mitad de los egresos”.
El interlocutor nos siguió relatando que “entonces hay dos alternativas: gestionar con un “colchón» que te permita cubrir ese bache con fondos propios, o pedir al Banco los días que te falta y devolverlo en 10 días. Nosotros tuvimos épocas con colchón grueso y épocas con colchón fino, y cuando eso sucedía no nos quedaba más remedio que recurrir al adelanto del agente financiero (instrumento creado por el propio BCRA y que figura en la ley de presupuesto hace como 10 años) para cubrir una parte de los sueldos, que se devolvía en unos 10 días aproximadamente”.
Interpretando el patrón de conducta del actual Ministro de Economía Walter Agosto, éste ex funcionario coincidió en que “Agosto no quiere usarlo (al adelanto) porque no cree conveniente pagar intereses altos; esta administración es de la idea que debe gestionarse con un colchón de un mes de sueldo o más”; a la vez que señaló que “en la Ley de Emergencia (que la legislatura rechazó) pedían autorización para tomar deuda de largo plazo para armar ese colchón”.
Finalmente, el confidente volvió a considerar la decisión del gobierno: “son concepciones. Ellos no conciben gobernar sin colchón, nosotros nos manejábamos capeando cada circunstancia. Cuando tuvimos colchón nos manejamos y cuando anduvimos cortos recurríamos a los instrumentos que nos da la ley”.
Cabe señalar que por “goteo” diario de la coparticipación (el régimen de coparticipación federal funciona en forma diaria y automática, cada día se distribuye) y recaudación provincial, ingresan a las arcas provinciales unos 900 millones de pesos por día, según pudimos saber.
Bastía: “que no nos responsabilicen de sus políticas públicas”
Desde la política, el diputado radical Fabián Bastía rubricó que “no vamos a interferir en sus políticas de gobierno; pero que no justifiquen esas decisiones con falsedades, imputándonos a nosotros de un desmanejo financiero que a todas luces no fue tal; y menos como un atajo para insistir con la inconcebible Ley de Emergencia que, tal como señalé cuando fundamenté nuestra postura a favor, dicho sea de paso, de la Ley Tributaria, era a todas luces una norma inaceptable, inadmisible y constituía una peligrosa delegación de facultades extraordinarias hacia el Poder Ejecutivo que jamás vamos a convalidar”.
Seguramente el legislador frentista se hizo eco de las palabras de Ricciardino, cuando hace notar con relación a los sueldos estatales que “este primer mes se presenta esta dificultad, por eso se llevó adelante este cronograma. Además se agregó la dificultad de no contar con las partidas que contenía la emergencia. Estos son los problemas que generan el rechazo contundente a la ley de Emergencia”.
Y del propio Ministro de la Gestión Pública Rubén Michlig, quien señaló en consonancia:“lo que queremos es tratar de que la población en general, los gremios y todos los actores que se relacionen con el gobierno provincial conozcan la realidad de la provincia y entiendan porque pedíamos medidas excepcionales para salvar esta situación”.
Michlig y el gasto público socialista.
El ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig, manifestó: “Es parte de un proceso de negación de la realidad que se viene dando desde el inicio mismo de la transición. No ha habido políticas de corrección del gasto durante la gestión socialista y el final fue el anunciado: con serios problemas para cumplir con las obligaciones normales del Estado”.