Miguel Lifschitz descartó de plano reconfigurar al actual FPCyS en una nueva alianza para enfrentar el proceso electoral de este año incorporando al PRO; se los hizo saber a sus socios radicales luego de un sorpresivo documento mediante el cual prácticamente lo conminaron a decidirse: “no me dejaron más remedio que salir a fijar posición, yo la venía “balconeando”, les confesó a sus allegados.
En esa misma reunión, el ex Gobernador y actual titular de la Cámara de Diputados graficó por qué sería casi suicida para el socialismo – y el mismo – asociarse con el PRO: “entraríamos en el universo Cambiemos de Macri- Carrió y seríamos más insignificante que un satélite lunar; además por ganar, ¿cuántos votos?, se preguntó, correríamos el serio riesgo de perder lo que tenemos como FPCyS”, especuló. Cuentan los contertulios que no obstante no cerró con candado la puerta para seguir conversando para el 2023.
Lifschitz, dicen, planteó un severo interrogante: “¿y si una vez que firmo me salen (del PRO) con una PASO”?. Además no cree que el radicalismo en su totalidad abone la idea de fundirse con el PRO en una alianza (tampoco los intendentes Javkin ni Jatón), y que lo que habría que hacer como FPCyS sería convencer a los radicales que en el 2019 jugaron en Juntos por el Cambio para que vuelvan al redil. Aseguran que no tendría problemas en rebautizar al FPCyS con otra denominación.
Lifschitz confía en el electorado que le vino dando el triunfo al FPCyS estos doce años, y que los dejó a tan solo cuatro puntos de Omar Perotti hace dos; y cree que además en esta instancia de profunda y desangrante grieta, quizás hasta votos peronistas moderados puedan arrimarse si él es candidato de una opción “más racional”, a la que seguramente plantearán Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.
En aquella tertulia, “Miguel” desgranó además algunas conjeturas sobre los adversarios del FPCyS, como por ejemplo que “la derecha” podría desgajarse en varios sectores que terminen debilitando a Juntos por el Cambio (como ocurriera en las presidenciales del 2019 con Mauricio Macri); mientras que si bien no desdeña en absoluto el piso “duro” del peronismo-kirchnerismo, a lo mejor si por ejemplo el Frente Renovador de Sergio Massa – ¿con “Cachi” Martínez? – decidiera disputar la senaduría nacional, también podría significar una fuga de votos preciosos para el peronismo.
En definitiva, abrevian sus allegados: “Miguel no tiene ninguna intención, y menos necesidad, de perder la identidad a manos del macrismo-larretismo- lilismo en una epopeya que, o podría ser en el mejor de los casos una victoria pírrica o ir a pérdida total” y deslizan, casi confidentemente, que sentenció: “si los radicales creen que yendo con el PRO tienen chances de ganar, no sería yo un obstáculo para ello”.
Precisamente, todos los sectores internos del radicalismo santafesino – menos José Corral – visitaron este miércoles al Presidente de la UCR nacional Alfredo Cornejo para “seguir avanzando en cuestiones de estrategia electoral en pos de llegar al frente amplio”, señalaron.
¿Habrán conversado sobre firmar una alianza con el PRO sin Miguel Lifschitz como candidato?.