(Por Darío Schueri).- Con la segunda llegada a la ciudad de San Cristóbal, en este caso el sábado 17 para celebrar el día de la Lealtad Peronista, y de paso visitar la puesta en marcha de talleres ferroviarios (antes había estado el miércoles inaugurando el nuevo edificio de los tribunales) el Gobernador Omar Perotti está dispuesto, como lo hiciera su antecesor antes de dejar el mando, a no darle descanso al helicóptero gubernamental.
¿Comenzó la siembra oficialista para la temporada 2021?. Ahora se sabrá para qué se usarán los granos (fondos) guardados celosamente en el tinglado (NBSF).
El radicalismo frentista puso inmediatamente las barbas en remojo, desde el momento en que el Gobernador el miércoles luego de participar del acto en los tribunales, llevó a cabo un par de actividades institucionales sin informarle al intendente local Horacio Rigo ni al Senador departamental Felipe Michlig, ambos radicales, rompiendo de esa manera una tradición institucional.
Además, Perotti desembarcó en “territorio Comanche”, donde el senador Michlig maneja desde su banca los hilos de la política departamental desde hace dos décadas, habiendo recuperado inclusive la intendencia de Ceres el año pasado (con Alejandra Dupuy) después de 16 años de peronismo.
Ultimamente, “Felipe” (Michlig) se había convertido en un filoso crítico de la gestión de Perotti, y con su siempre verba encendida venía acusando a su gobierno de discriminar a pueblos y ciudades del Departamento con distintas partidas, entre ellas fondos COVID, recibiendo la réplica con detalles de transferencias de su tocayo el Ministro de Gestión Pública Rubén Michlig.
¿San Cristóbal fue el disparador político después del desagradable momento vivido por el Gobernador en Venado Tuerto, otra ciudad y departamento radical, cuando fue interpelado severamente por docentes y municipales?. Los radicales, quizás muy sensibles, hicieron notar que con motivo de los 150 años de la localidad costera de Alejandra (cuya comuna es radical) el Gobernador no fue ni envió representante, ni tan siquiera nota de estilo. Tampoco dejan pasar por alto los inquietos radicales frentistas que el propio Ministro Rubén Michlig visita pueblos y ciudades -peronistas- entregando aportes.
“Es el gobernador de todos los santafesinos, pero a algunos les molesta su presencia”, contraatacó el virtual jefe de gabinete Marcos Corach.
Seguramente en la Casa Gris tomaron nota de que el presidente de la Cámara de Diputados Miguel Lifschitz, no deja pasar invitación de sus socios radicales para visitar departamentos y concurrir a actos sin las “consecuencias” de tener que gobernar en pandemia; semejante hándicap no podían darle al principal adversario, no solo el año que viene si es que decidiese a jugar, sino para el 2023.
Mientras tanto….
El líder del radicalismo NEO Maximiliano Pullaro, le tiró flores a la enigmática Amalia Granata en una reciente nota televisiva, diciendo que “tiene potencial político y electoral” para asombro de propios y extraños, toda vez que otros sectores radicales, los vinculados con Juntos por el Cambio sector “no corralista”, desearían contarla en su escudería para las nacionales del año que viene; “hay conversaciones”, deslizan cerca de Mario Barletta.
En el PRO también buscan acercarse a la insondable diputada, a la que se le acaba de emancipar la compañera de bancada Betina Florito, con quien no obstante seguirán compartiendo los principios filosóficos ProVida.
Sobre las elecciones del año que viene, Granata esgrime cortante: “no se puede hablar de candidaturas cuando el país está en estas condiciones”; mejor no insistir porque no disimula su malhumor.
En el “mundo PRO”, el ex Presidente Mauricio Macri le hizo saber al país que no será- por ahora – candidato el año que viene, mientras aspira a que Los Abrojos sea el Gaspar Campos versión Siglo XXI; Macri quiere que en sus espaciosas oficinas con vista al parque, se confeccionen las listas para las nacionales del año que viene. Para Santa Fe, dejó en claro que Federico Angelini – Vicepresidente del PRO nacional, por otra parte – es la persona a la que habrán de reportarse los futuros aspirantes.
Peronismo para armar.
El peronismo santafesino aún no termina de resolver, curiosamente, el estrés post traumático de haber recuperado la Provincia tras doce años de ausencia, exhibiendo demasiados desacoples con sus representantes parlamentarios, que podrían terminar debilitando la estructura que debe sostener el éxito de la gobernabilidad de Omar Perotti, hasta ahora capeando el temporal de la pandemia junto con el estratégico Ministerio de Salud a cargo de Martonara, mientras su amigo Daniel Costamagna, inquilino del Ministerio que le dio buena fama al ahora Gobernador, hace el honor con acciones concretas hacia los sectores productivos, como por ejemplo la semana que pasó recorriéndola literalmente de sur a norte.
El paquete tan esperado: las leyes de seguridad.
A todo esto, el Ministro de Seguridad Marcelo Saín ya tiene en la legislatura su paquete de leyes que, modestamente, considera el legado que le dejará a la Provincia de Santa Fe desde su mirada “porteña y bonaerense”, como le gusta definir. Veremos que opinan desde el FPCyS, sobremanera Maximiliano Pullaro, ocupante durante cuatro años de la poltrona que ahora ostenta Saín. “Lean el informe que Pullaro entregó antes de irse”, replicaron en su entorno.
Ahora viene el “picado fino” por parte de la Casa Gris, para que el tratamiento no se atasque en las Comisiones, que en gran medida domina la oposición frentista. No es un tema menor: si su devenir se complicase más de la cuenta (quizás por alguna expresión fuera de lugar del Ministro de Seguridad, ó actitudes como las enunciadas al inicio), Perotti perdería uno de sus ejes, no solo de campaña, sino de gobierno. Y escalaría peligrosamente la artillería verbal; para solaz y esparcimiento de la delincuencia.
Por lo pronto, el Gobernador viajó a Buenos Aires para recibir 3 mil millones de pesos para equipamiento tecnológico en materia de seguridad, “lo que constituye un hecho muy significativo por lo inédito del monto, y porque es más de 4 veces lo que la Provincia destinó a la política salarial policial de este año”, según twitea el asesor económico Pablo Olivares.
Tomando los conceptos de Olivares, el mensaje sería que Nación pone (y mucho) ahora no hay más excusas, el resultado depende de la Provincia.
Con un ojo en la economía y otro en el virus.
A todo esto, el SARS-COv-2 no da tregua y sigue contagiando a diestra y siniestra, utilizando para ello a los incautos “asintomáticos” (advertido por esta columna semanas atrás) que ahora develan los testeos – insuficientes – del Plan Detectar.
Consciente de que ya no puede endurecer las medidas, el propio Gobernador Perotti admitió que “habrá que convivir con el virus” (y rezar para que no cause estragos). Solo nos queda la curiosidad de por qué no se promociona con más ahínco el uso de ibuprofenato sódico inhalable en los centros de salud, toda vez que es un importante paliativo para no saturar – llegado el caso – las camas críticas con respiración asistida.
El resto depende de la conciencia ciudadana. Más allá de los yerros gubernamentales resulta temerario, y suicida, desafiar al SARS-COv-2: puede matarnos.