Miguel Lifschitz aguantó el partido de manera conservadora; dejó que el equipo de Omar Perotti le ganara por los laterales, rompa las líneas centrales de la defensa y, abusando de pelotas llovidas pudiera convertir. Pero a diez minutos de finalizar, el Gobernador decidió dar vuelta el marcador, contraatacando con él mismo ubicado en la posición de nueve goleador.
Esta parábola futbolística pretende ilustrar lo que está ocurriendo en la friccionada transición santafesina, a la que el Lifschitz relativiza, mientras contraataca, argumentando que “son cosas que pasan en las transiciones”. “Cosas”, que ya no dejará pasar por alto, como la disputa por el presupuesto 2020, por el cual insólitamente dos Gobernadores (uno en ejercicio y el otro electo) convinieron en violentar la Constitución provincial (art. 72 inciso b), acordando no enviarlo. Si ahora Lifschitz tiene que contragolpear por los duros mandobles recibidos del perottismo por esta cuestión, es por un yerro propio que bien se lo hicieron notar ambas cámaras legislativas, conminándolo para que lo subsane enviándolo lo antes posible; cosa que hará tal vez este martes.
Continuando con las metáforas futbolísticas, el Gobernador optó por un disparo inatajable al ángulo, al enrostrarle a Perotti que “son los propios senadores peronistas los que pidieron y quienes quieren tratar el presupuesto para posicionarse en la interna peronista; y Omar se la agarra conmigo”. Se refería al rumor que abruma los pasillos de la Cámara de Senadores, dando cuenta que este jueves la Ley de Leyes sería tratada en Senadores, donde el peronismo ostenta la mayoría.
Sinceramente con esta revelación, Lifschitz les dio a los senadores peronistas díscolos la oportunidad de que se arrepientan porque si ocurriera lo rumoreado, sería un gol en contra letal para el gobernador electo. De allí que este domingo el diputado reelecto Leandro Busatto salió a pedirle, casi desesperadamente, a Lifschitz que no envíe el presupuesto 2020 (que prevé recursos por 400 mil millones de pesos). ¿Sospecha Busatto que sus compañeros senadores estarían dispuesto a votarlo este jueves?.
En la ofensiva contra Perotti el Gobernador aprovechó para recordarle que desde Diputados, su mano derecha Roberto Mirabella impulsó “una artera” maniobra para reformar la Constitución, a los fines de “debilitar el futuro FPCyS para poner un presidente de la Cámara radical” (Alejandro Boscarol). Hoy esa intentona pareciera haber quedo en solo una entusiasta algarada.
Perotti sólo mira el 11 de diciembre.
Omar Perotti, enfrascado en el andamiaje operativo de su futuro gabinete – que dará a conocer sobre fines de mes – solo le dijo a sus allegados: “después del 10 (de diciembre) hablaré yo”.
Precisamente un gabinete que, según aseguran sus colaboradores, ya viene trabajando desde hace dos meses en el laboratorio de calle 9 de julio de esta capital, y que de acuerdo al proyecto de modificación de la Ley de Ministerios que ingresaría este jueves el Diputado Roberto Mirabella, contemplaría fusiones ministeriales, desaparición de secretarias de estado y un súper Ministerio de Infraestructura, cuya titularidad le habría sido ofrecido a una mujer.
Por lo que se avizora, el gobierno del “rafaelino piamontés” estará a la altura de los meteóricos signos tecnológicos de estos tiempos, que mutan paradigmas cultuales (muy distintos a los de hace nomás 12 años atrás cuando el peronismo desalojó el poder) y que el propio Gobernador electo tal vez vislumbró, cuando en el año 2002 se radicó durante un año en Washington DC para complementar su formación trabajando en el Banco Interamericano de Desarrollo. En su paso por el Ministerio de la Producción entre 1995 y 1999, con las precarias herramientas de aquellos tiempos, Perotti ya había dado muestras disruptivas de su impronta.
La cuestión será como amalgamar el futuro gobierno provincial con el que se presiente a nivel nacional. Sospechamos que más temprano que tarde las diferencias se notarán; y ahí se verán las habilidades del “fino equilibrista”, como les gusta a algunos – compañeros inclusive – definir al pronto Gobernador.