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La Columna de Dario: «El futuro inspirado en el pasado»

Dice en Clarín el agudo analista político en clave de humor Alejandro Borensztein: “¿A dónde nos lleva la frase (de Alberto Fernández) mi enemigo es Macri? A los acuerdos políticos que buena parte de la sociedad reclama, seguro que no.
Semejante definición presidencial es muy valiosa para terminar de destruir la escasa confianza que podía quedar y, por ende, ahuyentar aún más las inversiones, postergar el crecimiento, profundizar la descapitalización, bloquear la generación de empleo, aumentar la pobreza y, como consecuencia directa de todo esto, no tener más remedio que seguir regalando subsidios y billetes que no tenemos y que, por lo tanto, debemos inventar y así seguir espiralizando la inflación”.

El pasado como lección de futuro.

La artista plástica bonaerense Sonia Decker, en una entrevista concedida al periodista Nelson Castro en TN añoró “volver al país que tuvimos”, reflexionando sobre los pesares que vive Argentina en todos los aspectos.
La autora de una crítica Carta de Lectores en La Nación se refirió, entre otras calamidades, a las cuestiones “ideológicas” que se advierte en las escuelas (al menos bonaerenses) y pidió a los padres “revisar más el contenido de lo que le enseñan a sus hijos”.
Decker -quien por su edad seguramente recuerde el paso del gobierno del Dr Arturo Frondizi – cuando pide “volver al país que tuvimos”, ¿a qué país se refiere?: ¿al de Arturo Illia, Juan Carlos Onganía, Roberto Marcelo Levingston, Alejandro Agustín Lanusse (difícilmente se referencie en los períodos peronistas de Héctor José Cámpora y Juan D. Perón). ¿A Videla quizás?. ¿O hablaba acaso al de Alfonsín y Menem, un poco más acá en la línea del tiempo?.
A las cosas hay que llamarlas por su nombre (“acá no hay nombre prohibidos”, supo decir hace poco en el recinto el diputado radical Fabián Bastía, en alusión al 24 de marzo de 1976). Sino lo hace Javier Milei. Y mal no le está yendo.
Todos presuponemos a lo que se refería Decker: la destrucción de los valores (orden disciplina, respeto en su más amplio sentido) la familia, dentro de poco los símbolos patrios, la religión y hasta la palabra. Los rozó tangencialmente.
Quien se anime a proponerlo (Milei, López Murphy, Espert, de a poco Patricia Bullrich) tendría serias chances de pelear por el próximo turno electoral.
La economía sería una consecuencia técnica de lo anterior.

Otro acto fallido en el gobierno de Perotti.

Luego de la polémica salida del vice ministro de Seguridad Jorge Bortolozzi, el Ministro de Seguridad Jorge Lagna designó al Teniente Coronel Retirado José Alberto Bernhardt, como nuevo Director Provincial del Servicio Penitenciario.
Inmediatamente llovieron las críticas hacia Bernhardt de organismos de DDHH, políticos de la oposición y del propio peronismo por su pasado en el Batallón 601, el principal organismo de Inteligencia de la dictadura militar, al cual entró a principios de la década del 80.
Bernhard se había desempeñado como subsecretario de Seguridad Pública de la provincia durante toda la primera gestión de Jorge Obeid, con Roberto Rosúa de Ministro de Gobierno. Concluido ese período, siguió vinculado a la gestión pública, en este caso, como asesor del gobierno de Carlos Reutemann.
Actualmente, se desempeñaba como jefe de seguridad de un country en la localidad de Santo Tomé.
Quizás por ello, las autoridades pensaron que nadie cuestionaría su designación. Pero no fue así, y es muy probable que cuando los lectores repasen estas líneas, el gobierno esté evaluando dar marcha atrás con la designación de Bernhard.

La política en pretemporada.

Dentro del peronismo, hasta que llegue el día de formalizar las listas – allá por febrero – los pases y amagues internos no cesarán. Y hasta alguno podría armar ejército por afuera del castillo Frente de Todos.
Lo mismo estaría sucediendo en el embrionario Frente de Frentes (¿o Frente Santafesino como ¿al pasar? bautizó Maximiliano Pullaro?).
Los planetas Evolución (de Pullaro) y el Losada- barlettismo dentro del sistema solar Juntos por el Cambio, están generando un área gravitacional muy atractiva en el universo frentista.
A tal punto que la diputada Somos Vida Santa Fe Betina Florito, que hasta hace un par de meses exploraba navegar por las coordenadas “mileistas”, hoy junto con Encuentro Republicano Federal de Miguel Pichetto, estaría ingresando en la órbita de Juntos por el Cambio. Después habrá que ver qué planeta la atrae como satélite: el Pullarismo o el Losada-barlettismo.
Y, para seguir jugando con la comparación cósmica, el socialismo por ahora sería un “exoplaneta” buscando constelación.
Solo anécdotas políticas, que hasta parecieran desubicadas para una sociedad que ve cómo su capacidad de subsistencia – en todo sentido – se licúa por obra y gracia de un flagelo al que sólo pudieron embretar por un tiempo Carlos Menem y Domingo Cavallo: la inflación.
(Para comprender el remate de esta nota, volver a la bajada)