(Por Darío Schueri).- Lo que está ocurriendo por estas horas en nuestro país entre oficialismo y oposición, nos asemeja a la destacada serie israelí de Netflix FAUDA, que describe el cruento mundo de ancestrales enfrentamientos, armados en aquel caso, de las organizaciones políticas –religiosas radicalizadas en el territorio de Palestina.
En Argentina, sin la acechanza de la violencia extrema de los años ´70, las cosas enfilan por sinuosos caminos sin retorno, de creciente agresividad dialéctica.
Vicentín: caso testigo que ahonda las divisiones.
El absurdamente – o no tanto, según como se lo mire – politizado Caso Vicentín no solo le generó dolores de cabeza inesperados al Gobernador Perotti, quien lo venía “piloteando” razonablemente y con bajo perfil, junto a su Ministro de la Producción Daniel Costamagna, Matías Kulfas de la nación y los propios directivos de Vicentín (dícese ahora “los malos”) para encontrarle una salida dentro de la convocatoria de acreedores, sino que disparó el adormecido resentimiento de una gran parte de la sociedad contra el Kirchner-cristinismo.
Hoy Vicentín se debate entre la maraña jurídica, que hasta ahora le viene dando aire a la empresa, y la ciénaga política que lo está tragando, si es que no se lo tragó. ¿Quién va a invertir en una empresa “tupac amarizada”?. La idea de un fideicomiso para conseguir 300 millones de dólares para volver al negocio, es azarosa.
El propio Gobernador Perotti teme ser arrastrado por el tsunami: intentó mediar, infructuosamente hasta ahora, entre la radicalización expropiatoria y un denostado – jurídica y socialmente – DNU presidencial, proponiendo a través de la IGPJ, un híbrido más “razonablemente legal”, es verdad, (cuyo resultado final está en manos de la justicia) que el Decreto de Necesidad y Urgencia.
Cada paso que se intenta dar “a favor de Vicentín”, como la insólita intervención por parte del Poder Ejecutivo provincial del puerto de Reconquista, inexistente desde hace años para los fines creados, la hunde un poco más; y terminarán franqueando las puertas al fin gubernamental: su expropiación.
“La politización fusiló la solución concursal, y terminó de desacreditar a Vicentín”, sintetizó un diputado provincial.
Ahora, otra vez el campo.
Escribe el columnista económico Willy Kohan: “el enfrentamiento con el campo sigue creciendo y se agravó a partir del caso Vicentín. La escalada ya es peligrosa, al punto que el sector ha denunciado una acción sistemática de ataques a productores agropecuarios ante la pasividad de las autoridades. Responsabilidad directa de gobernadores e intendentes que hacen la vista gorda ante activistas políticos organizados; pero también ausencia de señales de las máximas autoridades del país”.
La Bolsa de Comercio de Santa Fe, entidades del campo, legisladores provinciales de distintos sectores políticos condenaron estos hechos que, lejos de menguar se incrementan.
El incombustible Ministro de Seguridad Marcelo Saín, dio precisas instrucciones a las Unidades Regionales para que intensifiquen los patrullajes preventivos, mientras por lo visto se entretiene provocando al campo, insinuando que las roturas de los silobolsas son autoatentados para cobrar el seguro.
Binner y “la plantita”
Infelizmente, un justo y sentido homenaje a la figura política y humana del recientemente extinto ex Gobernador y preclaro dirigente político socialista Hermes Binner, realizado en la Cámara de Diputados de la Provincia, quedó relegado a la intrascendencia informativa, por una diputada que exhibió en su banca una planta de marihuana para fundamentar el inmediato tratamiento parlamentario del uso con fines terapéuticos del aceite de cannabis.
No había ninguna necesidad de exponer una planta de marihuana, para justificar la media sanción de la ley que dispone la autorización y legitimidad de autoabastecimiento de cannabis con fines terapéuticos en la Provincia.
Si bien el fitoproducido aceite de cannabis alivia algunas patologías neurológicas (de hecho hasta ahora la Sociedad de Neurología solo lo avala en casos de epilepsia refractaria) como argumentó la diputada socialista Gisel Mahmud, no es menos cierto, según convinieron las diputadas ProVida Natalia Armas y Amalia Granata, que no se puede disociar en el imaginario colectivo a la marihuana con la adicción.
Una pena, porque en la retina social solo quedó la perjudicial imagen de la planta de marihuana con fines adictivos, en lugar de las pedagógicas explicaciones sobre las aún estudiadas bondades terapéuticas para otros fines.
Política y economía.
El Ministro de Economía Walter Agosto les “reveló” a los miembros de la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside el radical Fabián Bastía, que en materia económica “somos conservadores y queremos prevenir por lo que pueda pasar”. Y en rigor de verdad, hasta que no se sepa el rumbo hacia el que enfilará el país económicamente una vez que termine la sucesión de cuarentenas, resulta arriesgado ser progresista en materia económica.
Según el Ministro, desde que comenzó la pandemia de coronavirus el ingreso de dinero a las arcas públicas sufrió una disminución de 15 mil millones de pesos, que de alguna manera Agosto trata de compensar, quizás no pagándole a Cammesa el consumo de electricidad (según el Jefe de Gabinete de la Nación Santiago Cafiero, la deuda asciende a $10.173.888.902, equivalente a 3,5 períodos pendientes respecto del último mes facturado); estirando los plazos de pago de las contratistas del Estado; congelando aumentos salariales a los empleados públicos, entre otras demoras.
Aducen, en cambio desde la oposición frentista que El FUCO (Fondo Unificado de Cuentas Oficiales) tenía, al 30 de junio, casi 30 mil millones de pesos. 24.918 millones afectados a Plazos fijos con vencimientos «cortos y escalonados». Además la Provincia tomó deuda por 4.600 millones de pesos en el marco del Programa Nacional para la Emergencia Financiera Provincial, para poder pagar el aguinaldo en una sola cuota.
Walter Agosto, además les reconoció a los diputados que en mayo la provincia obtuvo un superávit de 6.800 millones de pesos.
2021 a la vista.
En el terreno político, despertó suspicacias una cena compartida entre el Senador nacional Roberto Mirabella, el Diputado provincial radical Julián Galdeano, el Diputado nacional del PRO Federico Angelini, y el flamante presidente de canal provincial 5RTV Luis “piojo” Pfeiffer, a la vista de los demás comensales (en un restaurante de esta capital que tiene un salón para reuniones gastronómicas reservadas).
“Mantuvimos el distanciamiento social en lo político” ironizó uno de los presentes, mientras que otro contó que “primero nos reunimos formalmente y luego cenamos”, aludiendo a que las conversaciones giraron en torno de “los graves problemas que tienen municipios y comunas”, la inseguridad, y el devenir de Vicentín.
¿Nada más que eso?; que no es poco. ¿Qué podrían conversar además, políticamente, Roberto Mirabella – alter ego del Gobernador Perotti – con un radical no frentista y un hombre del PRO que no gire, por ejemplo, en torno de una eventual candidatura a Senador nacional de Miguel Lifschitz?; ¿ó de las intenciones de dos de los presentes de competir por esas bancas que el año que viene quedarán vacías?.
El bolillero para el 2021 comenzó a girar. Hagan sus apuestas. Las elecciones no se suspenderán por los efectos de la “post pandemia”.