El plan ofrece plazos de hasta 10 años para refinanciar las deudas acumuladas a lo largo de los últimos años.
Mercedes Marcó del Pont, titular de la Afip.
Los datos de la AFIP muestran que entre 2015 y 2019 cerraron 24.505 empresas.
El sector más afectado a lo largo de ese período fueron las micro, pequeñas y medianas empresas: los empleadores con hasta 10 trabajadores explican el 91% del total de empresas afectadas por la crisis.
La moratoria forma parte del programa de recuperación integral impulsado por el Gobierno.
Ofrece un mecanismo para frenar la asfixia financiera que experimentan las empresas y les da tiempo para ordenarse hasta tanto se recupere la situación económica.
Durante el primer año, la tasa de interés será fija, del 3% mensual; y luego será variable, por BADLAR.
En los planes de pago vigentes, sin quita porque para ello se requiere una ley del Congreso, la tasa de interés que está cobrando la AFIP es del 2,5% mensual.
Se prevén planes de pago de hasta 120 cuotas para las obligaciones tributarias y aduaneras, mientras que en el caso de deudas por aportes y retenciones habrá hasta 60 cuotas.
La inscripción en la moratoria comenzará el 17 de febrero y habrá tiempo hasta el 30 de abril, pero como la primera cuota vencerá el 16 de julio, representará un alivio inmediato para quienes ya tienen planes de pago y se adhieran, ya que tendrán casi seis meses de margen.
El objetivo de la medida es garantizar que los sectores más afectados dejen de caer y comiencen a recuperarse.
El único requisito para entrar en la moratoria será contar con el certificado «MiPyME«.
En lo que va del año 42.918 de empresas ya hicieron el trámite, por lo que 608 mil firmas figuran en el Registro PyME.
Desde el Gobierno indicaron que los monotributistas que quieran adherirse a la moratoria también deberán tramitar el certificado, pero aclararon que no va a cambiar en nada su categoría frente a la AFIP.