La influencia positiva del Niño «comienza a llegar al corazón de la región pampeana», describe un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario. Se destraba la siembra de soja, estimándose una superficie de siembra 11% superior a la campaña anterior.
En una temporada marcada por la incertidumbre climática, esta semana se concretó una buena noticia: las lluvias recientes han llegado justo a tiempo para frenar la caída del rendimiento del trigo.
Según describe un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, las precipitaciones, que se extendieron desde el 20 al 24 de octubre, llegaron en el momento oportuno para el trigo, que se encontraba en condiciones regulares a malas antes de las lluvias. La persistente sequía había llevado a descuentos en los rendimientos. Sin embargo, la llegada de más de 30 milímetros de lluvia en el 90% de la región núcleo ha sido un salvavidas para este cultivo.
Aunque estas lluvias llegaron tarde para influir en el llenado de granos, han sido cruciales para frenar la caída de los rendimientos del trigo. En algunas áreas, como Carlos Pellegrini y María Susana, que habían sido especialmente golpeadas por la sequía, las lluvias han permitido completar el llenado de granos y han establecido un piso para el rendimiento. Se estima que los rendimientos mínimos podrían alcanzar los 10 quintales por hectárea, con un techo de hasta 20 quintales por hectárea. En otras zonas, como San Gregorio, los agricultores esperan rendimientos de entre 25 y 35 quintales por hectárea.
No obstante, algunas áreas en el sur de Córdoba han experimentado lluvias desparejas, y se estima que el rendimiento promedio de trigo será de alrededor de 20 quintales por hectárea. En algunos casos, los lotes de trigo ya han sufrido daños considerables y se están evaluando opciones para su recuperación.
Las buenas noticias no se limitan al trigo. Las lluvias han desbloqueado la siembra de soja en la región núcleo. Se espera un aumento del 11% en el área de siembra de soja en comparación con la campaña anterior, lo que representa una recuperación de aproximadamente 300,000 hectáreas que no pudieron ser sembradas el año pasado debido a la falta de humedad. Además, se suman 200.000 hectáreas que no se pudieron sembrar con maíz temprano este año.
La incertidumbre climática también está afectando la siembra de maíz para la próxima temporada. A pesar de que ya se han sembrado 870.000 hectáreas de maíz, algunas áreas todavía podrían incorporar algunos lotes adicionales si las condiciones lo permiten. Las lluvias recientes han sido desiguales en algunas regiones, lo que plantea desafíos para los agricultores que consideran sembrar maíz en fechas tardías.