Un ternero de raza Aberdeen Angus nació muerto, con una cabeza y dos cuerpos. Tenía ocho patas y estaban unidos en el tronco. El insólito episodio ocurrió la semana pasada en una estancia ubicada cerca de la ciudad de Sastre, en Santa Fe.
El dueño del animal, Anselmo Magnoli, afirmó a medios locales que «nunca había visto algo así» en los más de 80 años que lleva trabajando en el campo.
El médico veterinario que atendió el parto de la vaca, Andrés Calcaterra, también expresó su sorpresa por la situación que presenció.
«Cuando empecé a revisar al animal, me di cuenta que venían cuatro patas para atrás. Pensé que eran dos fetos que venían de cola y cuando quería sacar uno se venían las cuatro patas, por lo que decidí sacarlo por cesárea ya que estaban muertos y por el tamaño no iban a salir», explicó el profesional en diálogo con InfoSastre.
«Era un animal con una cabeza, dos cuerpos unidos a la altura de la cintura escapular y ocho patas», precisó Calcaterra.
«Este tipo de nacimientos con deformaciones se da en un 0.05% de los casos, que es más o menos lo que veo en estos cinco años que llevo trabajando como veterinario», explicó y recordó casos de terneros con dos cabezas o cinco o seis miembros.
«Son malformaciones congénitas que se dan en muchos casos en la fase temprana de gestación dentro de los 45 días. Hay un factor que influye sobre el embrión, que pueden ser genéticas o externas y hasta un estrés calórico puede genera una alteración congénita», indicó.
Según el veterinario, la vaca de 6 años, que iba por su tercera cría, mostraba un estado de cansancio importante tras hacer fuerza durante horas para parir, pero se está recuperando bien.