A partir de este miércoles las naftas aumentarán $0,83 y el gasoil $0,81 por litro, con lo que el incremento será de 1,3%. En esta ocasión, la suba tiene que ver con el traslado del aumento del impuesto al combustible.
Hasta el momento, al menos en YPF se señalaba que la suba iría sólo por el tema impositivo, sin que se agregara un alza del producto en sí, cosa que sí ocurrió entre agosto y noviembre. El objetivo del Gobierno, que controla el 51% de las acciones de la compañía, es evitar que esto se traslade a precios sobre el cierre del año.
Impuestos
Es decir que por el momento lo que sube es el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). No obstante, en el sector privado habla de un ajuste de entre el 2% y el 6% con la excusa de “recomponer los márgenes de refinación que quedaron desfasados frente al dólar y el aumento del Brent”.
La actualización de precios se da en un contexto en el que los combustibles todavía no se recuperaron del mazazo que significó la pandemia, que provocó una brusca caída del consumo. En la actualidad, con la gran mayoría de las actividades económicas liberadas, YPF está vendiendo un 20% por debajo de la prepandemia.