Expendedores de todo el país se reunieron en la sede de CECHA para analizar el desarrollo del sector y debatir las problemáticas que atraviesa la actividad.
Fueron varios los temas que se abordaron durante el encuentro, aunque uno de los que concentró mayor interés fue la confirmación de que el Gobierno está próximo a reglamentar el Despacho Autoservicio, una modalidad que se practica en la mayoría de las Estaciones de Servicio del planeta.
«El dato relevante es que la normativa dispondrá que el sistema no será exclusivo, sino que deberá compartirse con el modo asistido por un playero en igual porcentaje», explicó el presidente de la Cámara de Expendedores de Córdoba, Gabriel Bornoroni.
«Su implementación será voluntaria», agregó el directivo, quien además, sostiene que no solamente permitirá ofrecer el combustible a un precio más accesible, sino que brindará un importante ahorro de tiempo, sobre todo si a la metodología de carga se le adiciona la posibilidad de pagar a través de medios electrónicos.
En este contexto, también las empresas petroleras trabajan para presentar un prototipo y en conjunto con la Secretaría, un proyecto de instrucción al usuario, históricamente acostumbrado a contar con un empleado que realice la carga de combustible.
Características
La normativa está en etapa de definición. Aunque no trascendieron detalles, dentro del marco regulatorio habrá ciertas características que se deberán cumplir como por ejemplo: deberá haber siempre un playero controlando la carga por parte del cliente; el surtidor deberá tener un botón que corte automáticamente el dispenser; además, se deberán facilitar guantes a cada cliente para poder realizar la carga, entre otras cosas.
En el país ya hubo algunas pruebas en ese sentido, aunque el argentino no es amigo del autoservicio e históricamente está acostumbrado a contar con un empleado que realice la carga de combustible. «Quizás con el tiempo se comience a usar», se ilusiona Bornoroni.
Por lo pronto, la intención oficial es que cada estacionero decida si lo implementa o no, sin ser obligatorio. Sin embargo, en los gremios se encendió una luz de alerta ante la posibilidad de que se pierdan puestos de trabajo o que los empleados pasen a ocupar otras funciones.